Babis, clave para formación del nuevo Gobierno checo
27 de octubre de 2013Una explícita frustración con los políticos de todas las tendencias se registra en Europa. Eso volvió a quedar en evidencia en las elecciones celebradas el viernes (25.10.2013) y el sábado en la República Checa, donde el sector liberal-conservador que gobierna el país registró una sonora derrota. Y entre la incertidumbre sobre quién podrá gobernar ahora, el movimiento de protesta de un millonario novato en política surgió de la nada para convertirse en actor clave de las negociaciones políticas. Se trata de un millonario de 59 años que ha causado revuelo en el panorama político del país: con eslóganos como "los políticos sólo mienten", Andrei Babis ha sabido capitalizar la indignación ciudadana y el hartazgo político. De la nada ha pasado a sumar el 18,65 por ciento de los votos y a liderar el partido con más votos, después del de los socialdemócratas. Los críticos advierten, sin embargo, que no están claras las verdaderas intenciones del millonario, que ya rechaza las comparaciones con el magnate mediático italiano Silvio Berlusconi. "Berlusconi evadió impuestos; yo pago aquí cientos de millones de coronas y tampoco he protagonizado escándalos sexuales", destacó Babis en declaraciones a una radioemisora. La Acción de los Ciudadanos Descontentos (ANO) del segundo ciudadano más rico del país ha prometido acabar con la corrupción. Las malas lenguas afirman que él sólo está harto de tener que pagar sobornos. Y cada vez a la gente se le oye decir en las calles con vistas a la corrupción desbordante: "Babis tiene ya suficiente dinero y no necesita llenarse aún más los bolsillos". Ahora, el novato en política tiene una posición privilegiada en las negociaciones para formar gobierno. Y es que parece lejos el objetivo del Partido Socialdemócrata (CSSD) y su líder Bohusklav Sobotka de formar "un Gobierno fuerte y estable", en vista de los resultados electorales. Los socialdemócratas son la principal fuerza, con un 20,45 por ciento de los apoyos, pero ni siquiera con los viejos comunistas (con casi un 15 por ciento) les alcanza para sumar una mayoría. (dpa)