Barack Obama se despide de Europa tras una visita intensa
7 de abril de 2009Una semana pasó Barack Obama en Europa antes de despedirse desde la escalera de su Air Force One. Tras de sí, el presidente deja un intento por reorganizar el sistema financiero internacional y encontrarle salida a una de las peores crisis económicas que el mundo haya visto gestarse desde hace mucho; la celebración del sexagésimo cumpleaños de la OTAN y la colocación de la primera piedra de la “Alianza del siglo XXI”; la redefinición de las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea y, para terminar, el amago inicial de acabar con la brecha política y cultural que separa a oriente y occidente.
Conclusión: el viaje ha sido intenso. Intenso y deslumbrante, al menos en lo que a la imagen del estadounidense y su esposa Michelle se refiere. La pareja se dejó querer por todos los escenarios.
Cambio de tono
“He venido a escuchar”, les dijo Obama a los miembros del G-20 en Londres, a los aliados de la OTAN en Kehl y Estrasburgo, a los socios de la UE en Praga y al mundo musulmán en el Parlamento turco. El nuevo eslogan de la política exterior estadounidense tiene como objetivo rebajar el grado de arrogancia impuesto por George W. Bush a la diplomacia del país norteamericano y el mensaje parece calar en el público: de Gran Bretaña a Turquía, el Obama no recaudó más que promesas de colaboración.
“En todas las discusiones, Obama ha escuchado atentamente, dijo uno de los participantes en la cumbre del G-20 en Londres. [El presidente] manifestó una disposición al trabajo conjunto que refleja la conformidad con un multilateralismo bien entendido. No estamos ante una mera postura personal. Estamos ante una forma de actuar que se corresponde mucho más con la realidad de un mundo en el que diversos centros de poder se ven obligados a convivir”, comenta el diario francés Le Monde.
Eso no significa que Estados Unidos haya cumplido con los deseos de la lista. Los europeos querían que se crease una entidad supranacional encomendada con la labor de vigilar el mercado financiero: Obama, en aras de la soberanía estadounidense, se opuso. Los turcos no deseaban ver al danés Anders Fogh Rasmussen en el asiento de secretario general de la Alianza Atlántica, y el presidente acabó forzando un consentimiento. Y tampoco a Washington se le han concedido por completo las demandas: del G-20, Obama no logró extraer más paquetes de ayuda a la economía ni de la OTAN una cantidad de soldados que sirva para equilibrar el reparto de fuerzas en Afganistán.
Sin embargo, el tono es otro y suena a nuevos tiempos. En su recorrido por Europa, Obama fue dejando caer yodo sobre las heridas de la era Bush, que parecen empezar a sanar.
Por un mundo mejor
Obama concluyó su gira europea fuera de Europa: con un viaje relámpago a Irak. El último día de su estancia en el Viejo Continente lo pasó, por segunda jornada consecutiva, en Turquía. Éste es el primer país de mayoría musulmana que el jefe de la Casa Blanca visita y en él aprovechó para poner en marcha su nuevo “diálogo” con el mundo islámico. La primera parte del discurso iba dirigida al país anfitrión, a favor de cuya entrada en la UE se manifestó; la segunda, a la paz con oriente.
“¿Ante cuántas reivindicaciones musulmanas está dispuesto Obama a ceder sin convertirse en un sumiso? […] ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar en su apoyo al ingreso de Turquía en la Unión Europea?”, se pregunta el rotativo germano Frankfurter Allgemeine Zeitung, precisando: “con todo el respeto al entusiasmo por el diálogo, con todo el respeto por la necesidad de emprender un diálogo: existen intereses y objetivos comunes y existen diferencias entre Occidente y el mundo islámico que se asientan en el fundamento mismo de sus sociedades. Y contra los yihadistas y quienes odian a Estados Unidos, por cierto, tampoco el diálogo sirve”.
De todos modos, durante el día de hoy en Estambul, el presidente continuó propagando el mensaje de acercamiento a la parte del mundo religiosamente musulmana que ya lanzara ayer en Ankara. Visitó una mezquita, se reunió con líderes religiosos y participó en el II Foro de la Alianza de Civilizaciones, auspiciado por el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Y el diario español El Periódico de Catalunya escribe: “La Alianza de Civilizaciones, proyecto estrella de Rodríguez Zapatero en el ámbito global, culmina hoy en la ciudad puente de Estambul su segundo Foro para reforzar el diálogo intercultural, en un momento en que la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama, buen conocedor del tercer mundo, abre una prudente ventana de esperanza al diálogo entre Occidente y el mundo árabe y/o musulmán que se extiende del Magreb a los confines de China”.
Autora: Luna Bolívar/ dpa
Editora: Emilia Rojas