Batalla comercial Airbus-Boeing
7 de octubre de 2004
"Si así lo desea EE.UU., le aceptamos el guante", dijo Pascal Lamy, comisario de Comercio de la Unión Europea en Bruselas al enterarse de la presentación de una demanda de EE.UU. ante la OMC por "subsidios ilegales a Airbus".
Ni lerdo ni perezoso, Lamy presentó a su vez demanda contra Boeing, por las mismas razones y por aquello de "donde las dan, las toman". De esa forma, una reyerta entre los dos mayores constructores de aviones del mundo se transforma en una batalla comercial entre EE.UU. y la UE.
Como si Bush no tuviera suficiente con su guerra de Irak, ahora comienza una escaramuza también en el frente comercial. Claro que aquí no habrá razones sin fundamentos ni dementis a contramarcha. En este caso, la discusión se desarrollará por carriles más civilizados.
El truco de las investigaciones
La causa de todo el embrollo es el meteórico ascenso de Airbus a mayor constructor de aviones del mundo, no sólo quebrando en pocos años el cuasi monopolio de que gozaba Boeing en ese mercado, sino dejándolo de boca abierta por la velocidad con que sucedió.
De acuerdo con datos de la UE, Boeing ha recibido desde 1992 la no despreciable suma de 23.000 millones de dólares de ayudas del gobierno. La industria europea critica sobre todo que Boeing se beneficia abundantemente de subvenciones del ministerio estadounidense de Defensa y de la agencia espacial NASA.
El truco: las subvenciones no son pagadas directamente a Boeing para sus aviones, sino que fluyen en forma de fondos para investigaciones encargadas por ambas instituciones. Que Boeing se beneficie directamente de los resultados de esas investigaciones es un efecto colateral evidentemente deseado.
Ya pasó hace tiempo
Por su parte, EE.UU. acusa a Airbus de haber recibido también "subvenciones por un monto de miles de millones de dólares". "Desde la fundación de Airbus hace 35 años, algunos europeos justifican las subvenciones como ayudas necesarias para una industria en sus comienzos", dice Robert Zoellick, encargado de Comercio de EE.UU.
"Si esa razón tuvo vigencia en algún momento, ello ya pasó hace rato. Airbus vende hoy más aviones civiles que Boeing", agregó. Según sus datos, Airbus detenta actualmente una participación en el mercado de más del 50%.
Después de la presentación formal de demandas comienza ahora un intento de mediación de la OMC de 60 días, para tratar de calmar a los gallos. Si ello no se logra, se creará un panel de árbitros, que puede aprobar sanciones contra el perdedor del litigio. Ese proceso puede llevar varios meses.
"No nos queda más remedio"
Zoellick ha recurrido, según sus propias palabras, a la demanda porque no le queda más remedio. "EE.UU. ha abogado por terminar con todas las nuevas subvenciones, pero la UE y Airbus le han dado largas al asunto.", explicó.
Por ello, rescindió el acuerdo de 1992. En éste se preveía, entre otras cosas, que las subvenciones para el desarrollo de un nuevo avión no debían pasar de un tercio de los costos.
Pascal Lamy, por su parte, atacó en particular las subvenciones otorgadas para el proyecto de avión 7E7 de Boeing. "Las ayudas del gobierno violan disposiciones de la OMC", agregó. Y remachó: "EE.UU. nunca estuvo seriamente interesado en renegociar el acuerdo de 1992".
Flanqueando la argumentación de Lamy, el consorcio europeo de aeronavegación EADS, que fabrica los Airbus, resaltó que el apoyo oficial sólo ha compensado las desventajas que la competencia desleal estadounidense le creaba a la industria europea.
Brilla por su ausencia
Según EADS, el año pasado, Airbus recibió 1000 millones de euros en forma de créditos, que deberán ser reembolsados, para el desarrollo del nuevo avión A380. El total de créditos convenidos y aún no hechos efectivos alcanza a 4300 millones.
"Esa transparencia brilla por su ausencia en Boeing", agregó un vocero de EADS. Y ya en tono que se antoja algo provocativo: "EADS ha pasado en ventas a Boeing porque construye los mejores aviones y no por las subvenciones".
No es la primera vez que EE.UU. y la UE se enzarzan en una reyerta comercial. Hace poco se trató de derechos de aduana "anti dumping" cobrados por EE.UU. La OMC autorizó por ello a la UE y otros países a cobrar también derechos de aduana punitivos. En otro conflicto comercial, que gira en torno a subvenciones ilegales estadounidenses a la exportación, la UE cobra desde marzo también derechos de aduana punitivos contra productos norteamericanos.