Baviera pone pie en Cuba

Ya hoy, el Estado de Baviera –uno de los 16 Estados que conforman la Federación alemana– es uno de los mayores inversionistas capitalistas en la isla marxista-leninista.

Según Wilhelm Boucsein, representante de baviera para Cuba, citado por el diario alemán Frankfurter Rundschau, desde comienzos de 2006 se firmaron entre empresas bávaras y La Habana contratos de entrega a largo plazo por un valor de entre 600 y 700 millones de euros.

También el Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, antes de la caída del Muro parte de la RDA comunista– está interesado en hacer negocios con el Gobierno de Cuba. El ministro de Economía de ese Estado, Jürgen Seidel (democristiano) visitó recientemente la isla acompañado de 34 representantes empresariales, firmando acuerdos de cooperación, particularmente en los sectores de las energías alternativas.

También el Estado de Hesse, con la capital financiera de Alemania, Fráncfort del Meno, mantiene relaciones económicas con Cuba desde hace años.

Seguramente el Gobierno federal alemán y la UE ven con malos ojos las avanzadas de los Estados federales alemanes, pues oficialmente, las relaciones económicas, políticas y culturales entre la UE y Cuba están reducidas a un mínimo desde hace años. No obstante, no quedan dudas de que ayuda a Alemania a mejorar su posición entre los socios comerciales cubanos.

Relaciones congeladas

Cuando la condena de 75 disidentes y la ejecución de secuestradores de un barco en 2003, las relaciones diplomáticas entre Bruselas y La Habana fueron en un principio congeladas. Por iniciativa del Gobierno de Zapatero (España), la UE suspendió en 2005 las sanciones, pero sin levantarlas. Desde entonces, los 27 Estados miembros de la UE verifican regularmente si las sanciones deben permanecer o no.

A comienzos de abril de este año, Miguel Ángel Moratinos, ministro de RR. EE. de España, viajó a La Habana, reanudando unilateralmente como primer ministro de Exteriores de la UE las relaciones económicas y políticas con Cuba. Ello dio pie a especulaciones de que la actual posición de la UE podría ser revisada próximamente.

A ello salió al paso estos días Frank-Walter Steinmeier, ministro de RR. EE. de Alemania y presidente en funciones del Consejo de la Unión Europea: hasta ahora, la disposición de la UE a aproximarse nuevamente a Cuba “no está justamente muy desarrollada”.

Contra un “ablandamiento” de las condiciones para las relaciones de la UE con Cuba se manifiestan sobre todo los nuevos Estados miembros de la UE en Europa Oriental, que rechazan vehementemente todo acercamiento a Cuba sin una democratización y mejora de la situación de los derechos humanos en la isla, lo cual refleja su propia experiencia con los regímenes comunistas de inspiración soviética.

Los hipercapitalistas de Baviera, por el contrario, quieren intensificar la cooperación con La Habana. Desde 2001, Múnich teje una estrecha red de relaciones económicas con Cuba, más allá de las oscilaciones de la política de la UE.

BMW para los embajadores

Cuba está interesada sobre todo en generadores diésel de la empresa MAN, con sede en Augsburgo; antenas Kathrein, fabricadas en Rosenheim; técnica médica de Siemens y automóviles BMW, todas empresa bávaras. A mediano plazo, todos los embajadores de Cuba en el mundo viajarán en automóviles BMW, lo cual, si bien económicamente no representa un volumen muy grande, es un símbolo de los nuevos vientos.

El Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, cuya cooperación con Cuba apenas si está comenzando, apuesta por la energía eólica, la técnica de biomasa y la biotecnología.

El año pasado, el comercio entre ambos países pasó los 300 millones de dólares, según fuentes cubanas. Para 2005, estadísticas alemanas registraron un aumento de las exportaciones alemanas a Cuba de un 130 %, llegando a 258 millones de euros, debido sobre todo a un fuerte aumento de las ventas alemanas para el sector energético cubano y de aparatos médicos. Las importaciones alemanas de Cuba no pasaron ese mismo año de 35,67 millones de euros.

Sin embargo, las estadísticas comerciales oficiales no reflejan el volumen real del intercambio comercial bilateral, ya que numerosas exportaciones cubanas son llevadas a cabo a través de puertos holandeses (en particular, el níquel), no apareciendo por ello en la estadística bilateral.

Unos por otros

Lo mismo vale para el intercambio comercial a través de exportadores e importadores españoles con gran participación en el mercado cubano, que ofrecen productos alemanes y los exportan a Cuba a través de España o bien importan productos cubanos, sobre los que tienen derechos de importación exclusiva, y los venden a empresas alemanas.

Para poner en términos reales las relaciones comerciales bilaterales, no está demás, sin embargo, recordar, que entre los destinos de exportación de bienes y servicios alemanes, Cuba ocupa apenas alrededor del lugar cien, mientras que Alemania se cuenta entre los diez más importantes países de origen de importaciones de Cuba.

Hasta hace cuatro años, la UE era un socio comercial imprescindible para Cuba. Los países de la UE eran los más importantes inversionistas en la isla y la UE un relevantes socio de cooperación para el desarrollo. Desde el enfriamiento de las relaciones, en 2003, Venezuela, Bolivia, China e Irán han pasado a ocupar el vacío dejado por la UE.

El socio comercial más importante de Cuba es hoy Venezuela, con un volumen de intercambio de 2.600 millones de dólares, seguida de China (1.000 millones) y España (600 millones).