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Berlusconi en la cuerda floja

Eva Usi20 de abril de 2005

Después de presentar su dimisión oficial, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se someterá a un voto de confianza. De perder, caería su gobierno lo que adelantaría las elecciones generales.

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Silvio Berlusconi: obligado a movilizar todos sus recursos políticos.Imagen: AP

Este miércoles, cuando se produjo por fin la dimisión de Berlusconi para formar un nuevo gobierno, parecía como la crónica de una muerte anunciada. Berlusconi comunicó su decisión al presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, quien iniciará las consultas para la formación de un nuevo gabinete. Berlusconi anunció posteriormente su dimisión ante el senado en Roma.

La crisis en la coalición de centro derecha italiana fue detonada por el estrepitoso fracaso en las elecciones regionales del 3 y 4 de abril, que catapultaron a su eterno rival, Romano Prodi, de cara a las elecciones generales previstas en el 2006. La oposición centro izquierda dirigida por Prodi ganó 12 de las 14 regiones, mientras que la coalición liderada por Berlusconi obtuvo, con un 18% de los votos, apenas 2.

El desastroso resultado redujo su capacidad de maniobra política, lo que puso nerviosos a sus cuatro socios en el gobierno, su propio partido, Forza Italia, la Alianza Nacional (AN), la Liga Norte y la Unión Demócrata Cristiana (UDC).

Presión de cristianodemócratas

Su socio en la coalición centro derecha, la UDC, abandonó el gobierno el viernes pasado exigiendo a Berlusconi una profunda renovación programática y la conformación de un nuevo gabinete que cuente con el respaldo del parlamento. Ayer su principal aliada, la derechista Alianza Nacional amenazó con la dimisión en bloque de sus ministros, entre ellos, su líder y vicepremier y canciller en el gobierno de Roma, Gianfranco Fini.

Tanto Fini como los democristianos, sostienen que las causas del descalabro son la falta de compromiso del gobierno hacia el sur 'pobre' del país. Sólo la Liga Norte de Umberto Bossi ha mantenido aparentemente su apoyo. Sin embargo observadores señalan que no se trata de un gesto de fidelidad sino que su apoyo está condicionado al interés en que se apruebe su proyecto federalista, que se ha convertido en su bandera política.

Tanto la AN como la UDC, que tienen su base electoral en las regiones más pobres del sur, recriminan a Berlusconi haber establecido relaciones privilegiadas con la Liga Norte, una formación que ha llegado a reclamar la secesión del resto de la Italia pobre.

Prueba de fuego

Berlusconi deberá someterse a una votación de confianza en un momento en que la UDC ha prometido un respaldo externo. Se trata de una oferta de apoyo a Berlusconi en aras de evitar que las elecciones generales, previstas para el 2006 sean adelantadas al próximo verano. Unas elecciones anticipadas en este momento darían la victoria a la coalición centro izquierda que lidera el ex-presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.

Para darse una idea de la complejidad y volatilidad de la política local italiana, la dimisión de Berlusconi disuelve al gobierno más longevo de Italia desde la II Guerra Mundial, con un tiempo de ejercicio real de 3 años y poco más de 10 meses.