Berlín, a la sombra de Fukushima
15 de abril de 2011Los vientos soplan fuerte contra la energía atómica en Alemania. Bajo el impacto de la catástrofe de Fukushima y ad portas del 25 aniversario del desastre de Chernóbil, sólo un 5% de los alemanes considera que esta fuente energética tiene futuro. Así lo reveló un sondeo de la Sociedad de Investigaciones de Consumo a comienzos de abril. La gran mayoría de la población se pronuncia por cerrar cuanto antes las plantas nucleares del país: el 31% lo haría incluso de inmediato, según revela otra encuesta, del canal N24 y el instituto demoscópico Emnid. El veredicto de la opinión pública es contundente y, en el terreno político, se traduce en un récord de popularidad del partido ecologista de Los Verdes.
Objetivo claro
Así las cosas, no hay partido político alemán que ose seguir apostando a largo plazo por el uso de la energía nuclear. Incluso para el gobierno de Angela Merkel, que prolongó el tiempo de operación de los reactores echando por tierra el consenso de abandono de la energía nuclear logrado por su antecesor, la consigna actual es buscar una forma de desconectarlos lo más rápidamente posible.
El ministro de Economía, Rainer Brüderle, calcula que un rápido abandono de la energía atómica y la ampliación de la explotación de energías renovables supondría gastos cercanos a los dos mil millones de euros anuales. Por lo pronto, será necesario ampliar redes y resolver a qué fuentes alternativas recurrir para garantizar el suministro eléctrico. Igualmente habrá que intentar conciliar los intereses de los Estados federados, algunos de los cuales ya están pidiendo compensaciones a priori.
Plazos breves
Muchos puntos quedan pues por discutir para lograr un nuevo consenso como el que en realidad ya se había alcanzado bajo el gobierno de socialdemócratas y verdes, que contemplaba originalmente el cierre de la última planta atómica alemana a más tardar para el año 2022. Esa fecha vuelve a ponerse sobre el tapete, aunque ahora hay voces que piden recortar aún más el plazo. Los Verdes, por ejemplo, consideran factible el abandono de la energía nuclear hasta el 2017.
Greenpeace, que esta madrugada proyectó sobre el edificio de la Cancillería la leyenda “¡Alemania es renovable!”, urgió a los participantes en la “cumbre energética” a decidir el cierre acelerado de plantas atómicas. “Alemania tiene actualmente la oportunidad única de asumir un papel de vanguardia a nivel mundial, prescindiendo de la energía nuclear hasta el 2015”, afirmó el jefe de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, subrayando que este país: “podría demostrar a Estados Unidos, Japón, China e India cómo una nación industrializada, sin la peligrosa energía atómica y la energía sucia del carbón, puede beneficiarse económicamente de una masiva inversión en energías renovables y tecnologías eficientes”.
Autora: Emilia Rojas /dpa/ap
Editor: Pablo Kummetz