Berlín: Disputa en el Checkpoint Charlie
El antiguo cruce fronterizo entre el este y el oeste de Berlín simboliza el triunfo de Alemania sobre la división, pero al mismo tiempo es motivo de controversia.
Imán turístico
El Checkpoint Charlie es uno de los imanes turísticos de la capital alemana. Después de la construcción del Muro de Berlín en agosto de 1961, se convirtió en el cruce de la frontera entre Berlín Oriental y Occidental, especialmente para personal militar y diplomático. Visitantes de todo el mundo vienen atraídos por los horrores de la Guerra Fría.
Ya nada es real
En el propio Checkpoint Charlie, prácticamente nada es auténtico: los guardias de fronteras no son funcionarios de seguridad, sino actores. La caseta de vigilancia es tan falsa como la famosa advertencia del abandono del antiguo sector estadounidense. El verdadero cartel fue desmantelado a principios de 1991 y se encuentra en un museo privado.
El original está en las afueras de Zehlendorf
La verdadera caseta de vigilancia se retiró antes de la reunificación alemana, el 3 de octubre de 1990. Hoy está a unos diez kilómetros de distancia, en el Museo Aliado en Clay-Allee y, por lo tanto, más cerca del Checkpoint Bravo, mucho menos conocido, en Dreilinden, en la frontera con el estado actual de Brandeburgo. Aquí comenzaba el camino que llevaba de la Alemania Oriental a la Occidental.
Significado histórico
Durante años ha habido una disputa en Berlín sobre si el desarrollo del "circo turístico", como lo llamó el arquitecto Lars Krückeberg, hace justicia a la importancia histórica del Checkpoint Charlie. ¿Pero qué debería haber en su lugar? La discusión se ha reavivado porque hay dos parcelas contiguas en venta.
Objeto de deseo
La ubicación central de las dos áreas en el distrito de Mitte hace que sean objeto de deseo. La Cámara de Representantes de Berlín quiere construir un museo oficial sobre la Guerra Fría aquí, ya que hasta ahora solo hay uno privado. Eso es lo único en que hay consenso en el parlamento estatal de la ciudad.
Círculo oligarca postsoviético
A la izquierda le gustaría expropiar el terreno, Los Verdes quieren comprarlo a precio de mercado, y ambos rechazan la sugerencia del SPD: recurrir a la firma de inversiones Trockland. Y esto porque su red corporativa llega a los círculos de la oligarquía postsoviética, lo que disgusta a los socios de la coalición y de la oposición. Aun así, las conversaciones con el inversor continúan.
Debate sin ideología
A la oposición en el Parlamento de Berlín le preocupa otra cosa. La CDU y FDP temen que la coalición de izquierda pueda imponer un sello ideológico en el proyecto. Solo un amplio debate, según han dicho, haría justicia a este lugar simbólico de la unidad alemana.
¿Una cuestión de soberanía interpretativa?
Si los políticos de Berlín acuerda construir un museo oficial en el Checkpoint Charlie, habrá dos de ellos. Porque a solo 50 metros del cruce fronterizo existe desde 1963 un museo privado sobre la división de la ciudad en la Guerra Fría, la criminal política fronteriza del SED y la resistencia. Nos referimos al Museo Haus am Checkpoint Charlie.