¿Biden o Trump? ¿Fue la economía factor decisivo de voto?
4 de noviembre de 2020Es 4 de noviembre de 2020, el día después de la jornada electoral estadounidense, y todavía no hay un resultado claro. Dado el volumen de votos que queda por contar en estados críticos del país, es inútil y arriesgado hacer predicciones sobre quién será el ganador. Pero una cosa está clara: sea quien sea, la batalla ha sido mucho más ajustada de lo que predecían expertos y encuestas. Ello refleja la realidad de un país extremadamente dividido políticamente. También refleja las agudas diferencias de opinión sobre la economía de EE. UU., opiniones que abarcan desde las cualidades de los candidatos para gestionar las finanzas durante los próximos cuatro años hasta la valoración sobre la propia gestión hecha por Trump.
Diferentes perspectivas sobre la economía
La frase "Es la economía, estúpido" está tan desgastada a estas alturas en la política estadounidense que prácticamente se ha convertido en un cliché. El mantra proviene de las elecciones de 1992, cuando el equipo de campaña de Bill Clinton lo utilizaba como eslógan interno. El pasado mes de agosto, el centro de investigación independiente Pew Research Center publicó un estudio que reflejaba que el 79 por ciento de los votantes registrados aseguraban que la economía jugaría un papel muy importante en su elección. Se trata de un porcentaje más elevado que cualquier otro tema, muy por delante de otros asuntos clave, como la salud (68 por ciento), la pandemia de coronavirus (62 por ciento) y la criminalidad (59 por ciento).
Una encuesta de CNN reveló un panorama similar el mismo día de las elecciones. Más de uno de cada tres votantes participaron en el sondeo después de votar y dijeron que la economía fue el asunto más crítico para decidir a quién daban su voto. Y aquí es donde surge una diferencia reveladora. Solo uno de cada 10 votantes de Biden dijeron que la economía fue la razón principal para votar por él, mientras que en el caso de Trump fueron seis de cada 10. Para los votantes de Biden, la pandemia fue el tema más importante (3 de cada 10), mientras que este asunto fue prácticamente insignificante para los votantes de Trump (1 de cada 20). Sin embargo, más de la mitad de todos los votantes dijeron que la pandemia les había causado dificultades financieras.
Balance desigual de Trump
Estas cifras pueden ayudar a explicar por qué se mantuvo el apoyo a Trump, a pesar de que prácticamente todas las encuestas previas a las elecciones le daban muy pocas opciones de superar a Biden. Si tomamos en serio los resultados de los sondeos, claramente muchos de quienes respaldaron al actual presidente lo hicieron, sobre todo, por su gestión de la economía. Aunque las restricciones provocadas por la pandemia han golpeado este año la economía estadounidense, la campaña de Trump presentó algunas buenas noticias la semana final. Las cifras correspondientes al tercer trimestre (de julio a septiembre) revelan que la economía estadounidense rebotó con fuerza. Pero muchos de los votos de los simpatizantes de Trump se basan claramente en la economía previa a la pandemia. Desde 2016, la economía estadounidense ha crecido, aunque ya venía haciéndolo con rapidez cuando Trump llegó a la presidencia. Sus recortes de impuestos han tenido éxito entre los republicanos, y quienes lo votaron en 2016 han respaldado su combativa posición contra el comercio global, particularmente con China.
No es solo la economía, estúpido
Fue en los estados del conocido como "Rust Belt" o cinturón industrial, esto es, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, donde algunas de las promesas de Trump resonaron con más fuerza en 2016, volviendo republicanos esos estados tradicionalmente demócratas. En 2020 son precisamente esos estados los que deciden la elección final. Ahora se verá si muchos votantes de esos estados que respaldaron a Trump en 2016 consideran que el actual presidente cumplió sus promesas de devolver empleos manufacteros a la región. Los datos sugieren que el balance del actual presidente es desigual. Los niveles de empleo en la producción de metales experimentaron un fuerte crecimiento en 2017 y 2018, pero cayeron en 2019. Las industrias del auto y del acero siguen siendo frágiles, no solo por los temas comerciales, sino también por la pandemia y las restricciones asociadas a ella.
Hay que esperar para conocer el resultado final. Pero, de momento, sabemos que el resultado extremadamente reñido prueba que los votantes no solo no han abandonado a Trump, sino que muchos lo han respaldado por la economía. Por otro lado, Biden también tiene opciones de victoria, a pesar de que los datos sugieren que la economía no es especialmente importante para sus votantes. Al fin y al cabo, en el país hay un candente debate sobre la pandemia, la desigualdad racial y otros asuntos, por lo que en estas elecciones se ha votado sobre mucho más que economía.
(ms/ers)