Bielorrusia y Ucrania bajo presión
1 de octubre de 2011Publicidad
Un asiento permaneció vacío tras el inicio de la cumbre comunitaria para Europa Oriental en Varsovia. En el último minuto, el embajador de Bielorrusia canceló su vuelo a la capital polaca y su asistencia al encuentro, argumentando que su país estaba siendo objeto de discriminación por parte de Bruselas. El canciller aludió a la sanción que prohíbe al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, viajar a la Unión Europea. El hombre fuerte de Minsk es criticado severamente por el talante autoritario de su Gobierno.
En la declaración con que se cerró la cumbre este viernes (30.9.2011), la UE exigió a Bielorrusia la liberación y rehabilitación de todos los presos políticos, así como la celebración de elecciones libres y el establecimiento del diálogo con los sectores de la oposición. Donald Tusk, primer ministro de Polonia y anfitrión de la conferencia de Varsovia, enfatizó que Minsk sólo podría tener acceso a las ayudas financieras de Bruselas –que ascienden a varios millones de euros– si cumple con estos requisitos.
Merkel se encuentra con opositores bielorrusos
La jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, se encontró con representantes de la oposición bielorrusa al margen de la cumbre para Europa Oriental y admitió ante la prensa sentirse un tanto “deprimida” por la situación política de ese país. “Con sinceridad debo decir que lo que he escuchado no me hace sentir nada optimista”, señaló la líder germana. Sin perder el tono diplomático, Merkel agregó que era difícil determinar si la UE podría cooperar económicamente con Bielorrusia bajo estas circunstancias.
La oposición bielorrusa atraviesa un serio dilema. Por un lado, aplaude el hecho de que Bruselas ponga como condición respetar los derechos humanos e implementar reformas políticas –elecciones libres y diálogo entre Gobierno y oposición– para conceder ayudas financieras a la antigua república soviética. Por otro, teme que ese respaldo económico fortalezca al régimen de Lukashenko y perpetúe el autoritarismo en el país. “Y además hay que considerar lo que el empeoramiento de la situación económica significa para cada uno de los ciudadanos”, añadió un disidente bielorruso en Varsovia.
Ucrania sueña con un tratado libre de comercio
El presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, quien ha sido blanco de críticas similares a las que han llovido sobre su homólogo bielorruso, ha respondido a las presiones de Bruselas con otro talante: asistiendo personalmente a la cumbre para Europa Oriental. Después de todo, el Gobierno ucraniano aspira a firmar un tratado de libre comercio con la UE a finales de este año y, a pedido del bloque comunitario, parece dispuesto a resolver el “caso Timoshenko”, emblema de sus malas relaciones con la oposición.
El proceso que se le sigue en Kiev a su rival, la ex primer ministra Yulia Timoshenko, es percibido en la UE como un proceso político intolerable. El estamento en torno a Yanukóvich le atribuye a Timoshenko abuso de poder por haber firmado un controversial contrato de abastecimiento de gas con Rusia. “El maltrato de la oposición y la lesión de derechos humanos y civiles fundamentales dificulta notablemente las aspiraciones de Ucrania”, declaró Tusk, subrayando que ese país no debe dar por sentada la firma del tratado de asociación y libre comercio con la UE.
Integración a la UE ya no es una misión imposible
Más allá de estas tensiones, ¿cómo se pinta el futuro de las relaciones entre los protagonistas de la cumbre de Varsovia? El Comisario europeo de Ampliación y Política Europea de Vecindad, Stefan Füle, le ha dado nuevas esperanzas a los seis Estados –Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Moldavia, Ucrania y Bielorrusia– que han formado parte de la sociedad Unión Europea-Europa Oriental y gozado de una conexión más estrecha con Bruselas hasta ahora, pero cuya entrada a las filas de la UE ha sido rechazada sin contemplaciones.
“Aquellos que se esfuercen en el ejercicio de los valores y principios de la sociedad Unión Europea-Europa Oriental se acercan cada vez más a la UE y podrían terminar solicitando su integración al bloque comunitario. El muro ha dejado de existir”, dijo Füle. La vaguedad de esa formulación es intencional, pero deja en el aire la impresión de que Bruselas busca estimular aún más el proceso de democratización y las reformas económicas en esa región, ofreciendo perspectivas a largo plazo.
Autores: Christoph Hasselbach / Marko Langer / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López
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