Bin Laden lanza nueva amenaza
19 de enero de 2006Es la primera vez que la estación de televisión árabe difunde palabras supuestamente grabadas por el propio Bin Laden, desde octubre de 2004. Al Yazira no ha dado mayores explicaciones acerca de la forma en que obtuvo la grabación, de manera que todavía queda por confirmar su autenticidad. Sin embargo, el mensaje es claro: hay actos terroristas "en preparación" y los estadounidenses los sufrirán "en su propia casa", a menos que se logre una "tregua a largo plazo, bajo condiciones justas".
Osama Bin Laden (o quien se hiciera pasar por él) aprovecha de describir la situación imperante desde su punto de vista en Irak y Afganistán. Indica en concreto que el territorio iraquí "ha llegado a convertirse en un punto de atracción de los muyahidines", porque, según él, es el lugar donde renuevan sus energías y ponen a prueba sus tácticas. En cuanto a Afganistán, asegura que la situación "se está tornando favorable a los muyahidines', en alusión a la creciente actividad del movimiento talibán en ese país.
Estrategia conocida
De confirmarse que la voz en cuestión pertenece efectivamente a Osama Bin Laden, quedaría en evidencia que el terrorista más buscado del mundo sigue activo, pese a todos los esfuerzos por arrinconarlo. Igualmente se deriva del mensaje que su estrategia no se ha modificado: ofrecer treguas, acompañadas de la amenaza de nuevos golpes sanguinarios.
En Abril del año 2004, Bin Laden ya había planteado una propuesta semejante, limitada eso sí a los países europeos. En ese entonces, el gesto se interpretó lógicamente como el intento de introducir una cuña entre el Viejo Mundo y Estados Unidos. Los europeos respondieron al unísono con un rechazo categórico, asegurando que no se doblegarían a un chantaje terrorista.
La respuesta de Estados Unidos no será ahora diferente. Ni Bin Laden esperaría que lo fuera. En este plano de la guerra sicológica, de seguro lo que el dirigente extremista pretende no es precisamente sentarse a negociar con Washington, sino causar un efecto de imagen y subrayar que la amenaza terrorista no ha sido conjurada. Eso en realidad no es nada nuevo, aunque podría tener otra resonancia en vista del creciente descontento con la política del presidente George W. Bush que reflejan las encuestas estadounidenses.