Biocombustibles: "más un problema que una solución"

¿Son “bio” los biocarburantes? La propia industria automovilística, así como el propio Ministro de Medioambiente alemán, están por fin reconociendo, tras un controvertido debate, que los agrocombustibles son más un problema que una solución. Las organizaciones sociales vienen denunciando hace tiempo los daños sociales y al medio ambiente causados por la expansión de los cultivos para la producción de combustibles. Es una pena, sin embargo, que el detonante para este reconocimiento público y este retroceso en la agresiva política alemana y europea, que apostaba fuertemente por los agrocombustibles, suceda por una razón técnica: proteger los vehículos. ¿Será que ya son más importantes los coches que los seres humanos? Por su parte, los medios de comunicación deberían estar más abiertos a la crítica y protesta social, y recoger de una vez de una manera formal la denominación de “agrocombustibles” para este tipo de sustancias. ¿Todavía no han comprendido que no son bio ni ecológicos, y que están confundiendo sistemáticamente a la opinión pública?

Guadalupe Rodríguez, Alemania

Resulta hoy que los biocombustibles son el tema para seguir alimentado a los automóviles. Ya no basta que estos nos hayan quitado el aire puro tanto a los humanos como al planeta, sino que además ahora nos quitan los alimentos para dárselos a los automóviles. Para alimentar a los autos hay que sembrar soya, y para esto hay que talar bosques. ¿Es esta la solución? Miremos el caso del paro agrario en Argentina. Como hablamos de biocombustibles, ya los alimentos a nivel mundial han subido el 30%. El automóvil acabó con los caballos; ahora está a punto de darnos la puntilla a todos los demás. El auto fue creado inicialmente no como una máquina de combustión, sino eléctrica. ¿Son tan ciegos los fabricantes?
Pedro Ramirez Repetto , Perú

El tema de los biocombustibles es algo para considerar con cuidado por tres razones: A) El impacto ambiental, ya que debería aumentarse considerablemente las áreas de cultivo, lo cual implica desmontes y transformación de praderas naturales, más el uso intensivo de agroquímicos. B) Qué cantidad de residuos expele esta industria y cuánta agua consume, entre otras cosas. Implica comparar esto con el verdadero beneficio que reporta su uso, en lo que a contaminación se refiere. Ni hablar de la infraestructura de ensilaje y acarreo que de todo punto de vista implica menos naturaleza C) Impacto socio económico, y este es el más agudo de los problemas, ya que implica afectar parte de recursos alimenticios a la generación de combustibles. Es de esperar que se produzca un desequilibrio en los precios de los alimentos. Aquí entra otra variable en juego, que es cuánto beneficio da a países como Argentina, que tiene petróleo para su abastecimiento. Reconvertir parte de su agricultura y ganadería tradicional para participar de las tentadoras ofertas de "negocios" que hoy no necesitamos. Y sólo aportan a la voracidad de combustibles de EE.UU. por ejemplo. Hay más países desarrollados en problemas. Tal vez sea una comparación exagerada, pero dado lo breve de este texto me atrevo a hacerla. Es mi temor que países con potencial para el desarrollo de actividad agropecuaria se conviertan en las "Nigerias" del biocombustibles, comparando la situación que vive ese país en su economia, siendo el 5° productor mundial de crudo.
Horacio Luis Moyano, Argentina

Sus comentarios, opiniones y críticas son siempre leídos con atención. Dada la gran cantidad de correo recibido, no se garantiza una respuesta personalizada. DW-WORLD se reserva el derecho a publicar sin aviso previo las opiniones de sus usuarios, adaptadas y no siempre completas. Las opiniones vertidas en esta página son de exclusiva responsabilidad de quienes las han enviado.

¿Desea saber más sobre los temas de opinión? Cliquee en los artículos que figuran abajo y compártalos con otros lectores. Su opinión nos interesa. ¡Escríbanos!