Bofetada a la OTAN
26 de agosto de 2008El Thüringer Allgemeine de Erfurt comenta lo siguiente sobre este tema: “La Unión Europea tenía prevista una escalación en este conflicto. Antes de que el parlamento ruso diera su visto bueno a la independencia de las dos regiones independentistas de Georgia, ya había una fecha concreta para la cumbre extraordinaria de la UE sobre este diferendo. Es cierto que el presidente Medvedev aún puede evitar un desdén a Occidente, rechazando la declaración de los parlamentarios de su país. ¿Pero tendrá la fuerza suficiente, o siquiera la voluntad de hacerlo? Ambas cámaras legislativas, el partido de Putin, el ejército y el ánimo colectivo nacional apoyan la actual posición de Rusia, así que cualquier pronunciamiento en contra aislaría al presidente.”
Criterios distintos
Un punto de vista distinto es el que presenta el Tagesspiegel, desde Berlín: “A largo plazo, Europa deberá preguntarse por qué debería aplicarse a Abjazia y Osetia del sur un criterio distinto al aplicado, por ejemplo, en el caso de los albaneses de Kosovo. También deberá reflexionar si no sería correcto reconocer el carácter nacional de ambos pueblos. Pero ello conlleva además compromisos por parte de Rusia ¿Está dispuesta a apoyar la libre elección de antiguas repúblicas soviéticas, de cuyos derelictos surge la intención de participar en alianzas occidentales? En concreto, ¿aceptará Rusia el ingreso de Georgia y Ucrania a la OTAN, a cambio del reconocimiento de Osetia del sur y Abjazia? Si Putin y Medvedev hablan en serio cuando se refieren a un Cáucaso pacífico, deben definirse de una vez por todas en este asunto específico.”
Demostración de poder
Desde el Este de Alemania, el Leipziger Volkszeitung elabora su propia reflexión: “Como si jamás hubiese existido un plan de paz de seis puntos, suscrito por Moscú, el Consejo de la Federación y la Duma se pronuncian en Rusia por la independencia de Osetia del sur y Abjazia. Con ello despojan al presidente Medvedev de considerable margen de maniobra. Moscú pretende asegurar su influencia en la región del Cáucaso, legitimar su presencia militar, sembrar el temor y demostrarle a la OTAN en dónde se encuentra la línea roja. Y no hay que perder de vista lo esencial: todos estos acontecimientos son una respuesta a la independencia del Kosovo.”
Lluvia de rocas
El Rhein-Zeitung, de Koblenz, también se refiere a la crisis en el Cáucaso: “En el conflicto caucásico hay mucho más en juego que un simple par de piezas en el panorama político mundial. En la balanza está la confianza en una potencia euroasiática. Puede que el presidente de Georgia, Mijail Saakaschwilli, haya sido el que arrojó la primera piedra, pero los rusos respondieron con diluvio de rocas. Las tropas rusas aún se mueven como amos coloniales en el corazón de Georgia, controlan los principales corredores comerciales, y humillan a la exhausta población georgiana. El músculo se ve reforzado por las cámaras legislativas de Rusia, que han declarado la independencia de ambas regiones. Se trata de una bofetada a Georgia y sus aliados, en especial los países miembros de la OTAN.”