Bombas contra la estabilidad y la paz
15 de noviembre de 2003El canciller alemán, Gerhard Schröder, expresó su simpatía más profunda al pueblo turco. Presentó sus condolencias especialmente a las familias de las víctimas en un mensaje enviado al Primer Ministro turco Recep Tayyep Erdogan.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, calificó el hecho de un acto "terrorista criminal". El que el objetivo del atentado hayan sido sinagogas en las que se encontraban fieles, causa horror y consternación. Fischer explicó que estos ataques demuestran que la lucha contra el terrorismo internacional, pero también en contra del antisemitismo, debe ser un esfuerzo de la comunidad internacional.
¿Tendencias anti-israelíes en Europa?
También las cúpulas políticas turcas condenaron duramente los ataques. El Primer Ministro turco, Tayyip Erdogan, calificó el atentado de "acto terrorista contra la humanidad". Denominó los ataques de "bomba contra la estabilidad y la paz en Turquía". Erdogan dijo que no se escatimara esfuerzos para castigar a los culpables. El ministro de Relaciones Exteriores turco, Abdullah Gül, indicó que se trata de un acto terrorista con conexiones internacionales.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Silwan Schalom, responsabilizó a "las tendencias anti-israelíes que existen en Europa" del atentado. En su opinión la forma y manera en la que se habla del estado judío de Israel en Europa produce "terror verbal" lo que desencadena posteriormente el "terror físico".
El ministro de Relaciones Exteriores griego, Giorgos Papandreou explicó que se trata de un acto bárbaro y abominable y agregó que la batalla contra el terrorismo, el racismo y el antisemitismo deben dirigirse colectivamente. "La batalla a la protección de los principios de nuestra civilización nos concierne a todos, independiente de nuestras convicciones religiosas y políticas."
El presidente francés Jacques Chirac denominó los ataques de " acto de barbarismo". Chirac exhortó a las naciones democráticas a actuar con mayor decisión en contra del antisemitismo y contra toda clase de intolerancia para avanzar en la batalla contra el terrorismo. Italia y Suiza, y también la Unión Europea, la OTAN y Rusia expresaron consternación. El Santo Papa Juan Pablo II. dio su pésame a los familiares de las víctimas e hizo un llamado a poner fin al terrorismo motivado por factores religiosos.
Amre Mussa, Secretario General de la Liga Árabe y ex ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, calificó de inaceptable la violencia en contra de civiles, pero acusó simultáneamente a Israel de conjurar el terror. Las permanentes violaciones por parte de Israel de las resoluciones internacionales ha reforzado el sentimiento de que "todo puede violarse". Los atentados en Turquía son consecuencia de las constantes violaciones por parte de Israel, según indicó Mussa. "Ignorar las agresiones permanentes por parte de Israel, sólo conllevara a más víctimas civiles."
¿Quién está tras los atentados?
Una organización llamada ‘Frente de Combatientes Islámicos del Gran Oriente’ se responsabilizó de los ataques en llamadas a la agencia semi-oficial Anatolia. ‘La razón (de los ataques) es acabar con la opresión de los musulmanes’, dijo el comunicante y añadió: ‘Seguiremos con nuestras acciones’.
Esta organización fue fundada en 1985 y las autoridades ya le atribuyeron varios atentados durante los años 90, entre ellos un ataque con bomba que causó 15 heridos también en Estambul el 31 de diciembre de 2000. Sin embargo, sus líderes están en su mayor parte encarcelados y al grupo no se le cree capaz de perpetrar atentados de la magnitud de hoy.
Judíos en Turquía
Las explosiones se produjeron a las 9.30 hora local por dos coches-bomba que detonaron junto a las sinagogas de Neve Shalom, la mayor de Estambul, en el distrito de Beyoglu y la de Bet Israel, situada a unos cinco kilómetros de allí, en el barrio de Sisly.
En Bet Israel se encontraban 300 fieles en ese momento celebrando el ‘sabat’. En la sinagoga de Neve Shalom un muro se desplomó por completo por culpa de la explosión. Las dos sinagogas, como todas las de Turquía, se encuentran fuertemente protegidas por fuerzas policiales, por lo que es casi imposible acercarse, de ahí que los atentados se hayan producido en las inmediaciones.
La sinagoga Neve Shalom ya fue escenario de una masacre en 1986, cuando un grupo terrorista palestino irrumpió en el templo y disparó contra los fieles, ocasionando 22 muertos. Seis años más tarde, en 1992, unos desconocidos lanzaron dos granadas al interior de la sinagoga, pero solo hirieron a una personas.
En Estambul viven unos 20.000 judíos, la mayor parte de ellos sefardíes, descendientes de los judíos expulsados de España a finales del siglo XV, y constituyen una de las comunidades más grandes de judíos dentro de un país musulmán.