Boycot contra Francia y Alemania
8 de marzo de 2003La oposición de Alemania y Francia a los planes bélicos de Washington, ha provocado indingación y enojo en políticos conservadores y comentaristas en Estados Unidos, quienes llaman a boicotear los productos de ambos países para castigar a franceses y alemanes por su negativa a apoyar a Estados Unidos.
"Apoyaremos todo aquello que les duela sin que nos duela a nosotros", afirmó el congresista republicano Peter King, en un artículo publicado en el diario Washington Post. En el mismo tono se expresó el presidente de la cámara de Representantes, Dennis Hastert, quien amenazó con limitar las importaciones de productos franceses y alemanes. La reciente cancelación de un pedido de armamento al consorcio alemán Krauss-Maffei, por parte del pentágono, hizo sonar las alarmas en los círculos empresariales alemanes. Analistas suponen que dicha cancelación tiene como trasfondo las tensiones entre Berlín y Washington.
"Made in Germany"
Sin embargo, en la sede del consorcio automotriz Volkswagen en Michigan no cunde el pánico. Diariamente son recibidas numerosas cartas de clientes que amenazan con no volver a comprar un automóvil de la marca alemana por la oposición de Berlín a los planes de Washington. Pero hasta ahora no se ha registrado una baja de pedidos ni se temen pérdidas en el volumen de operaciones. Las marcas Volkswagen y Audi, que utilizan en su publicidad el sello ‘Made in Germany’ como garantía de calidad, son mundialmente reconocidas como marcas alemanas.
Según una encuesta realizada por la Cámara alemana de comercio en Nueva York, un 10% de un total de 415 empresas alemanas radicadas en Estados Unidos, temen repercusiones negativas en su negocio. Turismo, energía y armamento se encuentran entre los sectores afectados. Un 40% de las empresas interrogadas temen que la situación provoque enojo y preocupación entre sus trabajadores y socios estadounidenses. Lo que se preguntan es que pasará si se produce una ruptura de la alianza transatlántica. Hay temor por pérdidas de puestos de trabajo y por que la cooperación bilateral sufra una ruptura.
Traición de Francia
Pero más que los alemanes, son los empresarios franceses quienes son blanco de los sentimientos hostiles de norteamericanos. La oposición de París al curso bélico adoptado por el presidente Bush, es interpretada como una abierta traición que se remonta a los tiempos de Charles de Gaulle. En los medios de comunicación la campaña anti-francesa va tan lejos, que la estatua de la libertad, que el gobierno francés regaló al pueblo norteamericano en 1886, es casi considerada como un caballo de Troya. Comentaristas de televisión comentan con repugnancia el gusto de los franceses por comer ancas de rana y carne de caballo y afirman que el vino francés es mezclado con sangre de buey.
Una reciente ofensiva anónima contra Alemania y Francia, fue lanzada a través de una página internet, que llama a boicotear una lista de 100 empresas de ambos países. Las páginas.germanystinks.com y francestinks.com, entre tanto de difícil acceso, fueron calificadas por el diario Wall Street Journal como "las mejores del día" a mediados de febrero.