Brasil: las opciones del PT sin Lula
9 de abril de 2018El Partido de los Trabajadores (PT) aún se resiste a plantear públicamente un plan B para las elecciones del próximo 7 de octubre con el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva entre rejas. Por el momento, los esfuerzos del partido siguen concentrados en demostrar apoyo a Lula y presionar para forzar su puesta en libertad.
Antes de ir a prisión, incluso con sus problemas con la Justicia, tenía el mayor apoyo entre el electorado. Según una encuesta de Datafolha, realizada en enero, Lula contaba con el 36% de las intenciones de voto y vencería a cualquier adversario en la segunda vuelta.
No parece fácil para el PT desistir de un candidato tan competitivo y considerar alternativas, aunque la candidatura esté seriamente amenazada por la Ley del Expediente Limpio. Además, en el partido existe el temor de que muchos afiliados se alejen por ahora del "lulismo".
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¿Quién será el candidato?
Incluso preso, Lula podría registrar su candidatura. El plazo final es el 15 de agosto. La candidatura tendría que ser analizada hasta el 16 de septiembre, aunque existe la posibilidad de que sea anulada por la Justicia antes o después de las elecciones.
De acuerdo a la normativa, los partidos pueden sustituir a sus candidatos hasta 20 días antes de los comicios. Hay precedentes de otras personas afecatadas por la Ley del Expediente Limpio, como el exgobernador Joaquim Roriz, quien nombró sustituta a su mujer poco antes de las elecciones de 2010. Es decir que Lula podría seguir haciendo campaña y, en el último momento, designar a un sustituto.
Las alternativas del partido
El PT se ha visto afectado en la última década por denuncias de corrupción, razón por la que ha perdido mucha influencia. Sin el apoyo de la maquinaria pública y las donaciones generosas de las empresas, el PT se enfrenta a la dificultad de encontrar candidatos que puedan dar la talla a nivel nacional.
Algunos apuntan al exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, o al exgobernador Jaques Wagner, como nombres más viables para sustituir a Lula. Solo que Wagner, a pesar de ser conocido en el noreste del país, podría ensombrecer la campaña con más sospechas de corrupción. Estuvo recientemente involucrado en el caso Lava Jato.
Por otro lado, Wagner no está interesado en asumir el cargo. Prefiere ayudar en la campaña en noreste del país.
Apoyo a otro partido
Desistir del protagonismo en las elecciones presidenciales sería algo inédito en la historia del PT. Desde su fundación, el partido siempre buscó la hegemonía de la izquierda en Brasil.
En su último discurso el sábado (07.04.2018), antes de entrar a prisión, Lula habló sobre los izquierdistas Manuela D'Ávila (PCdoB) y Guilherme Boulos (PSOL), ambos precandidatos a la presidencia. Son nombres que despiertan simpatía entre la izquierda, pero hasta el momento esto no se refleja en las encuestas. Ese acto de Lula parece haber sido otro gesto para unir a la izquierda en torno a su propia candidatura más que para presentar dos alternativas viables.
Otra posible alternativa del PT sería apoyar al exministro Ciro Gomes (PDT), que alcanza el 7% en las encuestas y sería además el principal beneficiado de la salida del Lula.
En las elecciones de 2016, el PT perdió el 60% de las alcaldías que había logrado en 2012. Fueron derrotas humillantes. Así, el partido llega ahora a las elecciones bastante frágil. "La presencia en los estados y municipios sigue siendo fundamental en una disputa nacional", afirma el politólogo Oliver Stuenkel.
Además, si el PT sigue centrando en Lula, se podría dificultar la formación de coaliciones con otros partidos, un aspecto relevante a la hora de lograr más escaños. "Al insistir en Lula hasta las últimas consecuencias, sin garantía de que sea candidato, el PT saboteará la oportunidad de formar alianzas decisivas para una elección", apunta el politólogo Ricardo Ismael, de la PUC-Rio.
Jean-Philip Struck (RMR/ER)