"Brexit": Estaría fuera de lugar castigar a Gran Bretaña
29 de marzo de 2017No hay vuelta atrás. Ya se dio el pistoletazo de salida al proceso de divorcio. Y ahora ya está claro que correrá la sangre. Como sucede en cualquier divorcio con el tema del dinero. En Bruselas se habla desde hace semanas y, con cierto regodeo, sobre una cara factura de salida por más de 60 mil millones de euros, la cual se quiere entregar a los británicos y de la que no hay cálculos exactos.
Parecería que, sobre todo, que en la Comisión Europea y en algunas capitales de la Unión Europea se desea castigar a los británicos bajo el lema: "Ya se darán cuenta del fallo que han cometido”.
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Sobrevaloración tosca
El "brexit" es un error desde el punto de vista económico. Podemos estar seguros de ello. Los ambiciosos planes de la primera ministra, Theresa May, de liberar al país de las molestas ataduras y de querer firmar acuerdos comerciales con todo el mundo son una tosca sobrevaloración. Ella, inicialmente en contra del "brexit”, solo intenta hacer lo mejor posible en política interior, tras los resultados del referendo de 2016.
¡Podrían pasar varios años hasta crear un sustituto razonablemente comparable a los estrechos vínculos económicos con la UE, lazos que se establecieron hace mucho tiempo! ¡Qué desperdicio de energía, tiempo y dinero! Gran Bretaña perderá con el "brexit”, pero la UE también.
¿Dónde está la autocrítica?
Sin embargo, los motivos que llevaron al "brexit” fueron, sobre todo, políticos y no económicos. "Recuperar el control” es el lema. Para la mayoría de los habitantes de la "burbuja de Bruselas”, el "brexit” es un proceso totalmente inexplicable: un país de la UE que se ha beneficiado aparentemente tanto de la alianza y que ahora quiere darle la espalda tras 44 años. En la UE, por su parte, no existe la autocrítica.
Pero que nadie se equivoque: no solo a los británicos les parece desagradable el objetivo oficial de una "UE cada vez más unida”. También en Alemania se tiende a la sacralización de Europa. Después, todo se derrumba cuando se cuestiona el dogma de dicha frase. Definitivamente, el "brexit” lo cuestiona y de forma masiva.
Alemania echará de menos a los británicos
Precisamente en Alemania, las ansias de venganza están fuera de lugar. Cuando se trata de mercado libre, competitividad y actividades económicas ahorrativas, Alemania echará de menos a los británicos, quienes piensan de forma parecida con respecto a estos temas. Para Alemania será más duro, en el futuro que ahora, defender las exigencias del gran bloque de los Estados miembros del sur, que desean que la UE se convierta en una unión de transferencia y deuda, donde Alemania adopte el papel de principal pagador.
Por ello, las negociaciones sobre el "brexit" no pueden tener el objetivo de servir de escarmiento y espantar con un "mal pacto” a otros posibles candidatos, que se planteen salir de la UE. Esto favorecería el euroescepticismo en otros países, como Suecia, Dinamarca u Holanda. La meta debería ser la de ligar a los británicos lo más posible a la UE y organizar su salida, en lo posible, sin fricciones posibles.
Se trataría de un enfoque pragmático, en interés de todos y no a favor del o todo o nada. La UE no puede pretender unidad entre sus miembros castigando a los disidentes. Solo lo logrará si sigue siendo atractiva para ellos.