¿Brexit?, ¿qué brexit?
18 de julio de 2017"Ahora vamos a profundizar en la materia", dice el jefe negociador europeo, Michel Barnier, al comienzo de su reunión con el ministro británico para el brexit, David Davis. Y este responde: "Ahora es muy importante que logremos avances". En efecto. Hay que hablar sobre un montón de detalles y sus complicadas consecuencias legales. Al parecer, nadie en Gran Bretaña pudo prever esto cuando decidieron salirse de la Unión Europea. En la industria británica aumenta el pánico.
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El gran lamento
Y ahora todos empiezan a lamentarse. Las orquestas sinfónicas se dieron cuenta de que sus giras de verano en el continente europeo están en peligro después del brexit. Como miembros de la Unión Europea no tenían que pagar impuestos en otros países del bloque. Pero después del brexit, las giras ya no serán tan lucrativas. Esto amenaza la existencia de algunas orquestas. ¿Cómo es posible que nadie pensara en esto?
Del mismo modo, nadie parece haber pensado en que la salida del acuerdo Open Skies pudiera paralizar el tráfico aéreo entre el Reino Unido y la UE. La británica Easyjet fundó por ello rápidamente una filial en Austria. Al parecer tampoco nadie supo que la salida de la Comunidad Europea de la Energía Atómica amenazaba el suministro de medicina nuclear. Y por supuesto nadie pudo prever que, con el fin del la unión aduanera, se iban a producir largas colas de camiones en las estaciones aduaneras francesas de Dunquerke y Le Havre. Nadie se imaginó que todos los medicamentos británicos tendrían que ser registrados nuevamente para su venta en la UE. Lo mismo se aplica a los productos químicos, productos agrícolas, cadenas de suministro en la industria del automóvil… Ay, qué pena que nadie pensara en todo esto antes.
Una nota al margen: los tratados y reglamentos de la UE se encuentran aquí: www.EUR-Lex.eu en Internet.
¿Qué llevaba en la maleta?
Dicen que David Davis trajo el lunes una maleta anti-espionaje a Bruselas. Parece que la maleta es resistente a la radiación, por lo que incluso los periodistas equipados con alta tecnología no pudieron filmar lo que había dentro. ¿El hombre acaso se cree James Bond, o qué? Y encima, ¿quién se interesa por documentos secretos, si en Londres cambian cada hora la estrategia para el brexit? Este fin de semana, por ejemplo, el ministro de Hacienda británico, Philip Hammond, exigió un período transitorio más largo con el fin de salvar a la economía británica de un choque de transición. El ministro de Comercio, Liam Fox, por el contrario, prefiere un breve período de transición ya que así pueden entrar en vigor todos esos acuerdos comerciales con todo el mundo y el resto del universo.
Sin embargo, un vistazo sobre la mesa de negociaciones en Bruselas demuestra que Davis no parece haber llevado más que un sándwich en su maleta de James Bond. En la parte donde se sentaron los negociadores de la UE se ven pilas de archivos y papeles. Del lado británico de la mesa, no se ve casi nada. Pero probablemente tendrán todos los detalles en la cabeza.
¡Cuidado con los nazis!
A su vez, el político laborista Andrew Adonis calificó el referéndum sobre el brexit como un error político tan grave como la política de apaciguamiento de Chamberlain hacia Hitler. Desde un punto de vista alemán sólo queda decir: ¡cuidado con las comparaciones con los nazis! Ese tipo de comparaciones casi siempre son equivocadas.
Considerando el caos en el Reino Unido, el ministro del brexit David Davis llegó a una conclusión: "Yo no creo que alguien vaya a seguir nuestro camino". Bueno, por lo menos como elemento de disuasión y para promover un sentido de comunidad en Europa, el brexit funciona bastante bien.
Autora: Barbara Wesel (GG/VT)