280809 BRIC Staaten
21 de septiembre de 2009Economías emergentes, países umbral: términos que pretenden describir a los nuevos actores de la economía mundial que aparecieron en escena a comienzos del siglo XXI y que tienen la madera para lograr una cambio en el equilibrio internacional. En la mira están sobre todo los llamados BRIC: Brasil, Rusia, China e India.
Confianza en sí mismos no les falta. Cuando a mediados de junio, los cuatro jefes de Gobierno de los estados BRIC se encontraron en Ekaterimburgo, la ciudad en los Urales fue declarada por el presidente ruso Medvédev “epicentro de la política mundial”. En todas las cumbres financieras del último tiempo y también ahora en Pittsburgh, en donde se trata de salvar el mundo- los cuatro se sientan a la mesa. Una señal clara: sin las economías emergentes no se avanza.
Un club muy productivo
Y no es de extrañarse, el club de los cuatro es responsable del 15 por ciento de la economía mundial, del 13 por ciento del comercio internacional y con 2,8 billones de dólares, su reserva de divisas representa el 40 por ciento de las divisas internacionales. Norbert Walter, economista de Deutsche Bank, cree que los BRIC están en capacidad de cambiar el panorama de la economía mundial.
“En los próximos cinco o siete años el proceso se acentuará; el peso de estos países en el comercio y en las decisiones de inversión en el mundo será mayor. Estados Unidos y los europeos tendrán bastante trabajo con llevar a la práctica las enmiendas necesarias, para poner orden en las estructuras y reducir la deuda. Eso, con seguridad, reforzará el crecimiento relativo de las economías emergentes”, opina Walter.
Este desarrollo se puede observar ya en las Bolsas: después del catastrófico año 2008, el curso de las acciones en Sao Paulo, Moscú, Mumbai y Shangai van en curva ascendente. Con un incremento que ronda el 50 por ciento, este ágil cuarteto rebasa ya a los parqués bursátiles hasta ahora líderes.
¿En el 2050 o en el 2030?
BRIC, este acrónimo lo acuñó hace ya algunos años el banco norteamericano de inversiones Goldman Sachs. En ese entonces, Jim O´Neill, su economista líder, aseguró que para el año 2050 el rendimiento económico de estos Estados rebasaría el de los siete países más industrializados (G-7).
O´Neill ha corregido, empero, su predicción: esto sucederá en los próximos veinte años. Walter, investigador del banco alemán, tiene sus dudas más aún teniendo en cuenta que agrupar justo a estos cuatro países no le parece demasiado acertado:
“Creo que en realidad sólo India y China pueden agruparse, pues son países con un indudable gran dinámica económica que ha conseguido reanimarse. Ambos crecerán en un siete por ciento en el próximo lustro y serán con seguridad una locomotora”.
Efectos de la crisis
A pesar de este pronóstico positivo, también China sufrió bajo la crisis económica y financiera, pues sus exportaciones se precipitaron debido a la poca demanda. En un 25 por ciento se redujeron en esta primavera. Una de las consecuencias: 25 millones de trabajadores itinerantes se quedaron sin empleo. India por el contrario salió bien parada del temporal: cuando todas las economías de los países occidentales registraban drásticas pérdidas, la economía india creció en más del cinco por ciento. En Rusia fue diferente: su economía se contrajo en un once por ciento en comparación con el año anterior, algo que, según Walter, no es para sorprenderse.
“Los rusos dependen mucho de la demanda de gas, petróleo y otros metales que poseen en cantidades. En estos rubros cayó tanto la demanda como los precios y con ellos las perspectivas para Rusia no son buenas. Creo que los rusos se recuperarán pero podrán mantenerse sólo en calidad de suministradores de materias primas. En realidad no son una economía dinámica como India o China”.
Brasil podría pero no lo hace
Brasil comparte, en la opinión de Walter, esta perspectiva poco optimista. El país sudamericano capeó la crisis y tuvo un ligero menos en su crecimiento. Esto se debe sobre todo a mercado interno sorprendentemente fuerte –basado a su vez en considerables aumentos salariales en los años anteriores. Sin embargo, sólo el consumo interno no puede crear toda la dinámica necesaria, pues sólo algunos ramos arrojan ganancias.
“Brasil podría crecer tanto como China e India. Pero por alguna razón no logra desarrollar la infraestructura necesaria ni aprovechar la que tiene. Tampoco logra cambiar su sistema feudal de posesión de tierras. Esto hace que aproveche sólo dos tercios de su potencial, incluso menos. Y no se avizoran cambios sistemáticos.”
BRIC y otros
Como fuere, cierto es que la crisis internacional acelerará el proceso en los países de economías emergentes. Y eso que en el grupo de los BRIC no se ha tenido en cuenta otros actores importantes como Corea del Sur, México, Sudáfrica e Indonesia. La carrera por un nuevo orden económico mundial ha empezado. La gran crisis tiene en ello el efecto de un catalizador.
Autor: Henrik Böhme
Editor: José Ospina