Un bachillerato exitoso no es garantía para la universidad
29 de agosto de 2014Simon terminó su bachillerato en 2013 con la máxima puntuación en Alemania (1,0). Tras un año en la India, estudiará en la Universidad Técnica de Múnich. "Podría haberme matriculado en cualquier cosa, pero sabía que era muy importante elegir bien. Sé que la Ingeniería mecánica me va a divertir", dice. A las pocas horas de solicitar la plaza, la tenía confirmada. No es de extrañar con tan buenas notas. Pero Simon no es el único. Las calificaciones de los estudiantes alemanes para ingresar en la universidad son cada vez mejores.
Esto eleva también el numerus clausus, la nota que marca el cupo de entrada a una facultad. Así, cuantos más interesados haya en hacer una carrera y mejores sean sus calificaciones, más alta será la nota necesaria para conseguir una plaza. Los críticos hablan ya de "numerus claususmanía".
También es molesto para los estudiantes que, como Svenja, han hecho el bachillerato en dos especialidades y pueden presumir de buena puntuación. A la estudiante le gustaría estudiar gestión del turismo en el semestre de invierno. "He mandado solicitudes a muchas universidades para aumentar mis posibilidades". Pero no quiere volverse loca con el numerus clausus. “Yo ya he mandado las solicitudes. Ahora, o me aceptan o no me aceptan”, comenta Svenja, que ya tiene comprometida una plaza universitaria.
Comienzos duros a pesar de las buenas notas
Pero las buenas calificaciones escolares no son garantía de éxito para la universidad. Según un estudio del Instituto de Economía Alemana, la preparación de los estudiantes no es buena, pese a que las notas son cada vez mejores. En opinión de Axel Plünnecke, investigador en dicho instituto, esto se debe a que el conjunto de estudiantes que llega a la universidad es cada vez más heterogéneo.
Muchas universidades han reaccionado y han organizado “cursos puente” para refrescar los conocimientos básicos. Como la Universidad de Bonn. Su vicerrector, Volkmar Gieselmann, atribuye esta difícil situación a un error en el sistema educativo. "Hay que adaptarse mejor a las necesidades de las universidades, mantener los “cursos puente” y programar de forma más flexible la fase de entrada a los estudios", dice Gieselmann.
El promedio en el bachillerato también importa
Sin embargo, la nota promedio obtenida al finalizar la escuela secundaria debe seguir siendo el criterio de admisión más importante, opina Gieselmann. La mayoría de los estudiantes que han finalizado sus estudios de bachillerato envían, como Svenja, solicitudes a muchas universidades, lo que provoca, en principio, una gran demanda. Pero, las cifras reales de matrícula son mucho más bajas.
Volkmar Gieselmann no comparte el temor de que el título de bachiller pueda tener menos valor en Alemania en el futuro. Tampoco Plünneck, quien asegura que sigue siendo muy valorado a nivel internacional. En su opinión, la mejora de las notas de bachillerato plantea otro problema. Y para distinguirse de la mayoría, aquellos que tienen buenas notas tienen que tener otras cualificaciones. “Las actividades extrauniversitarias y las estancias en el extranjero son muy importantes”, explica el investigador educativo. Svenja y Simon han aprovechado la oportunidad de mejorar su formación en el extranjero. Ninguno de los dos teme no estar bien preparado para la universidad.