Buscando las huellas de la Berlín dividida
Con la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, de repente se abrió también la frontera que fragmentaba a la capital alemana. DW recorre los restos de esta estructura que separaba a los alemanes.
La Puerta de Brandeburgo
El Muro de Berlín dividió a esa ciudad por 28 años, desde 1961 hasta 1989. La Puerta de Brandeburgo fue durante mucho tiempo un símbolo de la separación de Alemania. Recién en diciembre de 1989 los berlineses pudieron volver a cruzar sin problemas este emblema de la ciudad.
East Side Gallery
La East Side Gallery, a un costado del río Spree, en Friedrichshain, es un tramo de 1,3 kilómetros que artistas provenientes de todo el mundo pintaron en 1990. Sin embargo, ya han sido removidos varios elementos, debido a proyectos de construcción. Cerca de de la East Side Gallery se encuentra el famoso puente de Oberbaum.
Memorial del Muro de Berlín
En ninguna parte la antigua "Franja de la muerte" está tan viva como en este lugar. Ochenta metros de longitud del Muro fueron reconstruidos, incluida una torre de vigilancia. El auténtico complejo de fortificación fronteriza sirve como un recordatorio de la división de Alemania, y rinde homenaje a las víctimas asesinadas en el Muro de Berlín.
Huellas de la ruta del Muro
El Muro de Berlín ha desaparecido en casi toda la ciudad y, actualmente, el este y el oeste de Alemania crecen juntos. Solo una franja de adoquines, en el centro de la ciudad, señaliza el lugar por donde cruzaba el muro.
El punto de control Charlie
Este paso fronterizo es uno de los lugares más conocidos de Berlín. En tiempos del Muro, solo los extranjeros y los diplomáticos tenían permitido pasar por el Chekpoint Charlie. También hubo problemas, como el de octubre de 1961, cuando tanques armados soviéticos y estadounidenses se enfrentaron cara a cara. La situación estuvo a punto de escalar.
El Palacio de las Lágrimas
Este era un lugar de tristes despedidas. Cientos de personas cruzaban este puesto fronterizo en la estación Friedrichstrasse, cuando salían de la Alemania Oriental hacia Berlín Occidental. La antigua terminal es ahora un recordatorio de la separación forzada en el país, y sus visitantes pueden pasar por un mostrador original, que revive el procedimiento.
Memorial Berlín Hohenschönhausen
Esta antigua prisión de la Stasi es, desde 1994, un monumento a las víctimas de la dictadura comunista. Sus visitantes reciben información sobre las condiciones de detención y los métodos de interrogatorio en la Alemania Oriental. De igual modo, muchos de los exreclusos son los que dirigen las visitas guiadas.
La antigua estación de escucha de Teufelsberg
Tras la Segunda Guerra Mundial, esta zona se utilizó para depositar escombros, que luego sirvieron para crear el Teufelsberg. Durante la Guerra Fría, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos utilizó esta colina como una estación de escucha, para interceptar, vigilar e interferir las señales de radios militares de los países que conformaban el Pacto de Varsovia.
El puente Glienicke
Podría imaginarse que el intercambio de espías capturados solo tuvo lugar en la gran pantalla, pero este puente entre Berlín y Potsdam fue el escenario de tres operaciones reales de este tipo. Steven Spielberg utilizó este histórico lugar como escenario para su largometraje "El puente de los espías".
El museo alemán del espionaje
Este museo interactivo, situado cerca de Potsdamer Platz, lleva a los visitantes al mundo del espionaje. Se hace especial énfasis en las actividades realizadas en Berlín durante la Guerra Fría. Entre los más de 300 objetos expuestos se encuentra un coche Trabant, de la Alemania Oriental, que contenía cámaras infrarrojas escondidas en sus puertas.
El camino del Muro de Berlín
El camino del Muro de Berlín sigue la ruta que dividía a la ciudad y recorre unos 160 kilómetros. Los japoneses donaron unos 10.000 cerezos, "para llevar la paz a los corazones del pueblo" y se plantaron en distintos tramos de la antigua estructura. Esta avenida está justo al lado del puente Bösebrücke, el primer cruce abierto tras la caída del muro.