Bush-Kerry: reñida carrera
3 de noviembre de 2004Digna de Hitchcock está resultando esta jornada electoral estadounidense, que mantiene en vela a buena parte de Europa y en vilo prácticamente al mundo entero. Uno a uno van cayendo los estados en manos del bando previsto, sin que a media carrera se produjeran grandes sorpresas.
Tanto el presidente George W. Bush, como su retador, el demócrata John Kerry, mantienen el optimismo, avalado por las primeras proyecciones que no permiten adelantar un resultado final. Con el recuento de los votos de 36 estados, Bush había recabado 197 electores. Kerry, en cambio, tenía asegurados 188. Pero la carrera continúa, palmo a palmo, y sólo concluirá cuando uno de los contrincantes consiga los 270 electores necesarios para ser elegido presidente.
Estados en ascuas
Los ojos de los analistas están puestos en los estados “indecisos”. La atención se concentra particularmente en Florida y Ohio, donde probablemente se decida quién ocupará la Casa Blanca los próximos cuatro años. En vista de lo reñido que está allí el panorama y de las experiencias de los comicios presidenciales del año 2000, las cadenas de televisión se muestran cautelosas en sus vaticinios y, sin lugar a dudas, lo más sensato es esperar a contar con las cifras. Entretanto Pennsylvania, otro estado que no estaba adscrito de antemano a ninguno de los contendores, terminó inclinándose por Kerry.
En medio del suspenso, la buena noticia de estas elecciones es que los estadounidenses se sacudieron la apatía y concurrieron a votar en mayor número que en ocasiones anteriores. La participación se acercaría al 60%, lo cual es un alto porcentaje en Estados Unidos, aunque suene a poco en vista de las consecuencias de esta decisión electoral.