Retener a egresados extranjeros en Alemania, opción no apoyada por todos
2 de noviembre de 2011Miranda ya estuvo en 16 universidades europeas viajando por Interrail, avión o con viaje compartido en automóvil, en alemán „Mitfahrzentrale“. Esta estudiante de Estados Unidos está fascinada con la cercanía de las ciudades europeas. Desde que estudia en la Universidad de Bonn aprovecha su tiempo libre viajando. „Sólo se es estudiante una vez y poder tener estas posibilidades“, dice la estadounidense. Con su visión abierta hacia Europa, Miranda es una excepción, ya que sólo el 1,2 % de los estadounidenses se traslada al extranjero durante la carrera.
Los estudiantes de EE.UU. pertenecen a los menos viajeros del mundo, según mostró un nuevo estudio sobre la internacionalización de la formación universitaria, publicado recientemente por la Oficina Federal de Estadística de Alemania. En general, ha aumentado claramente en los últimos años la movilidad internacional entre los estudiantes: en los países industrializados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 2,7 millones en 2005 a 3,3 millones en 2008.
Estudiar en el extranjero
A la cabeza de los países con estudiantes que cursan carreras universitarias en el extranjero se hallan China, India y Corea del Sur. Los alemanes, por su parte, ocupan el cuarto lugar: alrededor de 115.000 estaban inscritos en universidades extranjeras, el 8% más que en 2008, aunque lo hacen en países vecinos, como Austria, Holanda y Gran Bretaña.
„El estudio universitario se ha hecho más internacional“, observa Irene Jansen, coordinadora del grupo de comunicación y marketing del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) en Bonn. „Pero a nosotros nos gustaría que no sólo el 25% de los estudiantes alemanes se vaya al extranjero, sino la mitad“. Sobre todo, los futuros juristas y médicos son los que han reducido sus viajes de estudio al extranjero debido al fuerte sistema universitario que tiene matices escolares, como la asistencia obligatoria.
Alemania, un destino popular
Con programas como „Promos“, que fomenta breves estancias en el extranjero, o campañas como „Go out“, el DAAD intenta fomentar la internacionalización universitaria.
„No podemos dejar la iniciativa de estudiar en el extranjero en manos de una sola persona“, dice Jansen. Tendríamos que motivar a los jóvenes e involucrarlos en los programas contando para ello con los programas de cooperación tanto con universidades como con la Economía y las Ciencias.
Como país posicionado en las ciencias, Alemania necesita de cooperaciones y asociaciones estratégicas. „Sólo así podemos afrontar los retos globales y seguir siendo competitivos“, asegura Jansen. Eso no sólo significa que tenemos que enviar estudiantes al extranjero, sino también promover el intercambio de conocimientos „a un mismo nivel“ y atraer el mayor número posible de estudiantes extranjeros a Alemania.
Y esto lo han logrado las universidades alemanas en los últimos años. Alemania es tras EE.UU. e Inglaterra, según las estadísticas, el tercer país con más número de estudiantes extranjeros. Casi la mitad de los aproximadamente 180.000 procede de Europa y un tercio de Asia; los procedentes de África y América son aún un número reducido.
Reivindicar reformas de la ley de extranjería
Al presidente de la Asociación Alemana de Estudiantes (DSW), Rolf Dobischat, no le extraña la reivindicación de reformas. Las leyes de estadía para estudiantes extranjeros no procedentes de la Unión Europea son muy restrictivas, critica. Por ejemplo, sólo pueden trabajar entre 90 y 180 días mientras estudian. „Nuestra encuesta social actual muestra que un trabajo adicional es la fuente de ingresos más importante para ellos.“ Dobischat apoya por lo tanto la propuesta de Sajonia que promulga relajar las leyes de estadía.
Esto sería una ventaja si se trata de retener en Alemania a los egresados extranjeros. En la actualidad, un tercio de los egresados extranjeros ni tan siquiera busca trabajo en Alemania tras finalizar la carrera. „Tenemos que ofrecerles la oportunidad a los que han estudiado en Alemania de poder buscar trabajo aquí“, proclama Michael Kretschmer, jefe adjunto de la CDU/CSU. A Alemania le falta personal cualificado. Kretschmer apoya por eso la propuesta de la ministra de Educación, Annette Schavan, de modificar la ley de inmigración.
El saber como materia prima
Hasta ahora, los extranjeros no pertenecientes a la UE debían demostrar que ganaban 60.000 euros brutos anuales para poder recibir un permiso laboral y de estancia. Schavan quiere reducir la cantidad a 40.000 euros, una propuesta que está levantando ampollas, porque hay políticos que temen una fuerte inmigración como, por ejemplo, en el ámbito del cuidado de personas enfermas o mayores.
Kretschmer sin embargo cree que „nos beneficiaremos de la relajación de las leyes de extranjería“. Alemania sólo puede mantener su sociedad de bienestar si saca partido internacionalmente como sociedad de conocimiento. El político remarca que valdría la pena, porque „El saber es la única materia prima que aumenta por consumo.“
Autori: Sabine Damaschke/Rosa Macías
Editor: Enrique López