Callejón sin salida

L´Alsace de Mülhausen, Francia: "El nuevo ejército no se constituirá muy pronto tanto por motivos técnicos como políticos: no se ha hablado sobre su composición en el actual borrador de resolución y requerirá de más discusiones por parte de la ONU. El gobierno libanés teme una presencia israelí prolongada en su territorio, de ahí el enojo y la crítica del proyecto franco estadounidense al que califica de desequilibrado. (…) Israel por su parte no confía en este momento ni en una tropa de la ONU ni en el ejército libanés para poder mantener alejado a Hezbolá de su frontera. (…) La conjunción de todos estas exigencias contradictorias no facilita encontrar una solución a la crisis."

Musulmán no es musulmán

Corriere della Sera, de Roma: "En la opinión pública internacional algunos musulmanes muertos tienen el peso de una pluma, otros pesan toneladas. Dos pesos, dos medidas. El baño de sangre diario contra los civiles en Bagdad ya sólo se menciona al margen, mientras que los bombardeos que costaron la vida a ciudadanos en Qaná son calificados como un crimen en contra de la humanidad (…). ¿Por qué la muerte de 200.000 personas asesinadas en Darfur no causan ni una cuarta parte del horror, que la cifra 200 veces más pequeña de las víctimas en el Líbano?"

Consejo de Seguridad incapaz

Basler Zeitung, de Suiza: "El compromiso logrado no prevé una hoja de ruta para la retirada de las tropas israelíes. Es improbable que Hezbolá retire sus posiciones al sur del río Litani. El envió de fuerzas de estabilización internacionales es incierto. Bajo estas condiciones no habrá paz. Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU vuelven a demostrar que no merecen sus privilegios."

Fracaso programado

Die Tageszeitung, de Berlín: "El proyecto para una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la guerra en Líbano es una victoria diplomática paras Estados Unidos e Israel. Lo que no se ha logrado militarmente quiere conseguirse ahora por la vía política: la derrota y desarme de Hezbolá. Sin embargo sigue siendo un secreto quién se ocupará de que Hezbolá capitule. Se tiene la impresión de que esta es la meta implícita: mejor que Israel se encargue del trabajo en vez de que al final tenga que enviarse a una tropa de la ONU o de la OTAN al frente. Pero esto no funcionará."