Candidata del SPD diputará la presidencia a Horst Köhler
26 de mayo de 2008Poco es lo que puede decir el presidente alemán en materia de política cotidiana. El cargo conlleva funciones representativas y, si se quiere, una autoridad de índole más moral que práctica. Pese a ello y a que la elección tendrá lugar apenas dentro de un año, el 23 de mayo del 2009, el tema se ha encaramado a los titulares con inusitado potencial explosivo. Que los socialdemócratas hayan resuelto correr con colores propios en la carrera presidencial es interpretado como una afrenta por sus compañeros de la coalición que gobierna en Berlín, que apoyan al actual presidente, dispuesto a presentarse a la reelección. Más aún: hay quienes en la CDU consideran llegado el momento de romper con el SPD, en vista de que los engranajes de la alianza vienen chirriando desde hace tiempo.
Rival de peso
El hecho es que Horst Köhler tendrá que volver a batirse con la candidata socialdemócrata, Gesine Schwan. Y esta catedrática de ciencias políticas, cuya idoneidad para el cargo nadie pone en duda, no será una rival fácil. Köhler la derrotó en la elección de 2004 por estrecho margen y algunos recuerdan que la académica logró incluso arrebatarle en ese entonces 10 votos del bando conservador.
Gesine Schwan ha dicho que asume el desafío porque desea trabajar en pro de la cohesión social y cree tener posibilidades de ganar esta vez. Pero ello supondría obtener también votos de la nueva Izquierda, con lo cual el debate vuelve al profano terreno de la política cotidiana, reavivando la polémica de fondo de los últimos tiempos: ¿puede el SPD llegar a acuerdos con La Izquierda, integrada por un grupo escindido de su propio seno y por los herederos del partido que gobernó la extinta RDA? Schwan no tiene problemas en admitir que intentará conseguir votos izquierdistas, si bien se niega a negociar con dicho partido. La Izquierda, por su parte, demanda negociaciones y anuncia que no entregará su apoyo gratuitamente.
Los móviles del SPD
La discusión no es nueva. Se produjo ya tras las elecciones regionales de Hesse, dejando la imagen del SPD bastante magullada. ¿De qué podría servirles a los socialdemócratas reeditar la polémica en estos momentos? ¿Por qué han resuelto desafiar a Köhler? Explicaciones puede haber varias, pero sin duda una es que necesitan recuperar su perfil de cara a un electorado cada vez más desencantado. Dado que en el debate coyuntural no logran imponer sus temas como quisieran, y menos sacar adelante proyectos como el del sueldo mínimo, por citar un ejemplo, quizá vean en la plataforma de la elección presidencial una oportunidad de abordar el sensible asunto de la justicia social sin tener que pasar directamente de los dichos a los hechos.
El jefe del SPD, Kurt Beck, lo niega, pero los analistas anuncian ya el comienzo de la campaña para los comicios parlamentarios generales del 2009. Y en ellos sí que estará en juego el poder.