Casa del Encuentro: lucha contra la violencia de género
29 de mayo de 2015De lo que no se habla, no existe. Esa convicción mueve al equipo de voluntarias de la Casa del Encuentro en su lucha contra la violencia de género y el femicidio en Argentina. Fundaron la asociación civil en 2003 en la ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de instalar el debate en la sociedad civil y lograr reformas legales para proteger a las mujeres.
“Se trata, además, de llamar las cosas por su nombre. Los asesinatos de mujeres eran considerados hasta hace poco crímenes pasionales, cuestiones de la vida privada, casos aislados cometidos por varones desquiciados, con lo que tampoco se llegaba a indagar sobre el trasfondo de estos actos violentos y extremos”, dice Fabiana Tuñez, directora ejecutiva de Casa del Encuentro.
Femicidio no es solo el asesinato de una mujer. Una de las definiciones más aceptadas de de femicidio o feminicidio es: “La muerte de mujeres a manos de hombres que las matan por el hecho de ser mujeres. Son asesinatos motivados por la misoginia, por desprecio y odio hacia las mujeres; y por el sexismo, porque los varones que las asesinan sienten que son superiores a las mujeres y tienen derecho de terminar con sus vidas o por la suposición de propiedad sobre las mujeres".
Fabiana Tuñez dice: “Nosotras hablamos también de femicidio vinculado, en ese caso la víctima mortal puede ser también otro varón, o los propios hijos, en un acto de venganza o castigo del agresor, o porque quedaron en la linea de fuego del femicida. Y es que esos niños u hombres no hubieran muerto si no hubiese existido violencia de género”.
Monitoreo y cifras
La Casa del Encuentro comenzó a elaborar el registro estadístico anual en 2008 mediante su Observatorio de Femicidios. Lo hace llevando a cabo un riguroso monitoreo de 120 medios de comunicación de todo el país. Además reciben información de algún que otro juzgado o policía sensibilizado con el tema.
La Casa recaba datos sobre los crímenes y realiza después un seguimiento de los casos a nivel judicial. Así se llegó a la escalofriante evidencia de que prácticamente cada día resulta asesinada una mujer en Argentina por violencia de género. “No hay estadísticas oficiales porque éste tema no entró aún del todo en el capítulo de los derechos humanos, “ agrega la directora de la Casa, “y se sigue considerando un gasto más que una inversión por parte del Estado”.
La situación es alarmante. En lo que va de 2015 hubo ya 140 femicidios en Argentina. En 2013 fueron 295 casos. En 2014, 277 casos. Una cifra escalofriante teniendo en cuenta que la población total argentina es de apenas 40 millones de personas. Detrás de esas cifras se esconde además otra amarga realidad: los niños y adultos que quedan huérfanos de madre. Sólo el año pasado fueron 200 menores.
Gracias a este registro se sabe además que el femicidio atraviesa todas las clases socioecómicas y edades. Entre un 10 y un 12 % de los agresores pertenecían a fuerzas de seguridad. En 9 de cada 10 casos, el femicida era pareja o expareja de la víctima. También se constata un aumento del crimen contra mujeres embarazadas y niñas.
La ausencia del Estado.
“Hablar de femicidio es reconocer que el Estado llegó tarde, dice Tuñez, porque son muertes que podrían haberse evitado”. No obstante, afirma que en Argentina se ha avanzado mucho. “No se puede decir que en nuestro país el Estado esté ausente por omisión o complicidad, como en otros países de Latinoamérica”, afirma Fabiana. “Por ejemplo en México o Guatemala, donde es un fenómeno global y de gran magnitud, donde el Estado brilla por su ausencia en materia preventiva o punitiva.”
En Argentina, gracias a la labor de la Casa del Encuentro y otras asociaciones civiles, se ha logrado la incorporación al código penal de la figura “homicidio agravado por violencia de género”. En ese sentido, el país es uno de los más avanzados en materia legislativa de toda América Latina.
Pero aún queda mucho por hacer. El año pasado la Casa del Encuentro presentó un anteproyecto de ley para exigir la pérdida automática de la patria potestad para el femicida condenado. “Porque lo pasa en nuestro país es que el femicida, dentro o fuera de la cárcel, no pierde la custodia de los niños. Y está en juego el derecho de los niños a una vida sin violencia”, denuncia Tuñez . Por eso ahora el siguiente paso será lanzar una iniciativa popular, para reunir firmas que obliguen al Congreso de la Nación a tratar ese anteproyecto. Y para que la opinión pública hable de eso.
Más allá de las números
Más de 40 profesionales, entre psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales, colaboran de forma honorífica con la Casa del Encuentro. Ofrecen cursos y asesoramiento a las víctimas, pero sobre todo, contención y herramientas para saber qué hacer en los casos extremos, no sólo de agresión física. „Porque la agresión psicológica es también violencia. Y se disfraza de cualquier manera: controlando tu dinero, la ropa que te pones, tus amistades“.
También llegan a la Casa del Encuentro los familiares de las mujeres, jóvenes y niñas asesinadas. Para ellos, la vida después de una tragedia semejante es un acto de valentía. También un motor para exigir justicia y recordarnos a todos que detrás de las cifras, hay nombres propios y vidas que no deben caer en el olvido.