CeBIT reloaded

Los años de las vacas flacas han quedado atrás. Esa es la gratificante moraleja que pone broche de oro a la Feria Internacional de Tecnologías de la Información, CeBIT. La mayor exposición del mundo en el ámbito de la computación dejó contentos a todos: organizadores, expositores, clientes y público en general. Así lo aseguró el jefe de la muestra, Ernst Raue, quien destacó que incluso los visitantes superaron "ampliamente nuestras expectativas".

El éxito en cifras

Ante tanto derroche de satisfacción, conviene mirar las cifras, para determinar cuánto de optimismo "virtual" tiene asidero en los hechos. Cautela aconseja el dato de que el número de visitantes volvió a reducirse este año, en que 510 mil personas acudieron a la muestra de Hannover, 50 mil menos que en el 2003. Pero los organizadores tienen una explicación tranquilizadora: la feria se acortó en una jornada. En consecuencia, el promedio diario superó al del año pasado.

Además, afirman que lo importante es que la disposición a efectuar inversiones superó todo lo visto desde los comienzos de la muestra, hace 18 años. De acuerdo con los datos de Raue, más de 200 mil personas acudieron a la CeBIT con planes concretos de inversión. Algunos expertos hacen notar que ahora muchos se decidieron a efectuar las compras postergadas en los años anteriores, en que la crisis de las nuevas tecnologías y la inseguridad económica general obligaban a mantener cerradas las billeteras.

Aplicaciones prácticas

¿Cuál fue la clave que permitió tan positivo balance? En primer lugar, algunos lo interpretan como muestra de que la crisis económica se ha superado. Otros apuntan a las virtudes propias de la CeBIT de este año, en la que se mostraron aplicaciones concretas que tiempo atrás sólo eran visiones. Las sorpresas para los usuarios tampoco estuvieron ausentes, con numerosos "juguetes" electrónicos que aportaron diversión al evento.

Pero, lo principal, es que las ventajas de las nuevas tecnologías son prácticas. La Deutsche Telekom, por ejemplo, anunció su intención de convertir a Alemania en un "hot Spot", es decir, en un área en que el usuario se pueda conectar a la red mundial de información a través de su celular, desde cualquier sitio, gracias a la tecnología inalámbrica W-Lan. Por otra parte, internet ya se ha instalado en los hogares, convirtiéndose incluso en una vía económica para telefonear. La CeBIT demostró, en suma, que el avance de estas innovaciones es irrefrenable. Y eso contagia también de optimismo a los expositores. Al término de la muestra, el 75% de ellos estimó que la situación de su sector es "buena o muy buena". Algo que no se oía desde hace tiempo, tampoco en Hannover.