Centrales atómicas en peligro
4 de febrero de 2004Los intentos del Ministro de Medio Ambiente, Jürgen Trittin, de mantener en secreto el informe de la Alianza para la Protección del Medioambiente (BUND) sobre las consecuencias de un hipotético ataque terrorista a las centrales nucleares alemanas fracasaron ayer. En el informe, dado a conocer en internet por el Partido Verde austríaco, y que data de noviembre de 2002, se trata de conjeturar por medio de cálculos experimentales el riesgo de catástrofe nuclear, y qué medidas se han de tomar para proteger a las centrales nucleares, en el caso de producirse en Alemania ataques terroristas aéreos como el de las Torres Gemelas.
"Peor que Chernobyl"
La presidenta de la BUND, Angelika Zahrnt, advirtió que dichos ataques terroristas podrían causar daños gigantescos, debido a que las regiones donde se encuentran las plantas nucleares están densamente pobladas. Los terroristas estarían en condiciones de causar una catástrofe atómica mucho peor que la de Chernobyl. Agregó que el gobierno alemán está al tanto de estos peligros desde hace tiempo, y que todavía no ha dado una respuesta acerca de cuáles serían las medidas de seguridad a tomar para evitar daños a la población.
Características del experimento
En el referido informe fueron tomadas en cuenta cinco centrales nucleares en diferentes regiones de Alemania, y se consideró la caída de aviones de tres tipos, sobre terreno llano y sobre edificios, a diferentes velocidades de choque. Para poder calcular los daños mecánicos de un choque de aviones contra un edificio del tipo de una central nuclear, o sea, el daño producido al edificio en sí, se utilizó un simulador de vuelo profesional y seis pasajeros con conocimientos técnicos. De este modo, se sobrevoló un edificio con las características de una central energética. Para ello se utilizaron diversos tipos de ángulo de aproximación al edificio, y se tomó en cuenta la experiencia del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. Asimismo se intentó calcular el daño producido por los incendios que se derivan del choque, los efectos en las diferentes partes del reactor, y se analizaron posibles medidas de seguridad, tanto en la estructura interna del reactor como en su radio externo.
Sin resultados definitivos
Si bien el análisis muestra resultados optimistas en cuanto que es posible tomar medidas para proteger a las centrales nucleares de posibles ataques terroristas, aún se siguen estudiando los diferentes tipos de ataques y las condiciones en que se encuentran dichos edificios. En el mejor de los casos, los ingenieros pudieron realizar apreciaciones en cuanto a la vulnerabilidad de los reactores, valiéndose de variables sobre lo que podría suceder en un ataque de estas características. Se puede decir que el grado de seguridad en las centrales debería mejorarse notablemente. Los reactores atómicos que corren mayor peligro son los más antiguos, como el Biblis A y B, en los cuales la caída de un avión pequeño podría desatar una catástrofe. Si se produjese la caída de un avión del tipo Boeing, también las diez centrales nucleares más modernas podrían quedar fuera de control. Las empresas de energía atómica piensan, además, en tomar medidas para reducir las probabilidades de que dichos edificios representen un objetivo terrorista. Para ello planean, por ejemplo, esconderlos bajo una espesa cortina de niebla.