120 aniversario de Mao: China aún teme el análisis de sus errores
26 de diciembre de 2013
El Gobierno de Pekín ha necesitado -y usado- a Mao Zedong como “autoconfirmación” de su propio curso. El jefe de Estado y del Partido Comunista, Xi Jinping, había llamado a la modestia, con motivo de la celebración de los 120 años del nacimiento del revolucionario líder.
Un llamado que en Shaoshan, el lugar de nacimiento de Mao, no parecen haber atendido. Según medios locales, las autoridades de la región habrían planeado el gasto de casi dos mil millones de euros con motivo del aniversario. Dinero que sería invertido en la renovación de la oficina de turismo, de la casa natal de Mao, así como en la construcción de autopistas y estaciones de trenes. Todo parece que el pueblo natal de Mao quiere asegurarse una parte en el negocio surgido en torno al culto a Mao.
Mao: aún omnipresente
Los medios estatales han elogiado por estos días al polémico "gran timonel" en ediciones especiales. El "Diario Popular", órgano del partido único, dijo que "desde la era Moderna, él es el gran patriota y el héroe nacional de China", y que sin Mao “el pueblo chino habría estado sumido en un largo período de oscuridad”.
En las instituciones públicas ha habido exposiciones sobre Mao y en los centros de investigación se han realizado simposios sobre su vida y obra. En Pekín se han representado obras de teatro relacionadas con él, pero en todos estos actos se evita cualquier crítica al dirigente.
Desde su muerte en 1976, el partido comunista chino elogia a su líder y apenas deja espacio para un debate sobre sus errores. Las campañas emprendidas por Mao llevaron a China en algunos momentos al caos y millones de personas murieron. Su sucesor, Deng Xiaoping, sentenció en nombre del partido que lo que hizo estuvo: "bien en un 70 por ciento, mal en un 30 por ciento".
Autocrítica, autoinculpación y ejecuciones públicas
La lucha contra los llamados "terratenientes” fue una de las históricas y más importantes luchas del movimiento liderado por Mao. Pero a pesar de la miseria real de los campesinos y su liberación de las estructuras feudales, “los procesos y las ejecuciones públicas durante el período de la reforma agraria (1950 / 51) es uno de los más amargos capítulos del Partido Comunista Chino (PCC)", dice Oskar Weggel en su obra sobre la historia de China en el siglo XX.
El intento de Mao de industrializar a como diera lugar un país de labriegos con el llamado “salto adelante” generó una las más grandes hambrunas de la historia moderna. Los cálculos parten de 30 millones de muertos, víctimas del desabastecimiento de alimentos.
Además, en 1966 Mao desató la llamada “revolución cultural” para deshacerse de sus críticos y rivales en el seno de su propio partido. El resultado: una década de muerte y asesinatos fratricidas que destruyó miles de vidas, familias y biografías.
Xi Jinping y el nuevo culto a Mao
Aún así, la quinta generación posmaoísta no de deja entrever mucha intención de querer someter la vida y obra de Mao a un análisis crítico bajo una nueva perspectiva. El historiador chino Zhang Lifan cree conocer la razón: “Un examen históricamente correcto sacudiría la legitimidad, y con ésta la autoridad del Partido Comunista Chino”.