Choque violento en Paraguay

Un día después del incidente, ocurrido este viernes en un predio rural de la zona de Curuguaty, departamento de Canindeyú, al noreste de Asunción, siguen siendo poco claras las circunstancias de lo ocurrido.

Fuentes policiales aseguraron que las fuerzas que encabezaron el operativo fueron emboscadas por los campesinos, pero el dirigente campesino José Rodríguez aseguró que el primer disparo fue efectuado por la policía.

Más preguntas que respuestas

No se sabe cuántos efectivos participaron. Unas fuentes aseguran que eran 150, mientras que la policía informó que se dispuso que fueran 310 y con orden de parlamentar, sin violencia.

Hasta las armas y los chalecos antibalas de la policía entraron en la discusión. Algunas fuentes aseguraron que los campesinos disponían de fusiles FAL o AK y otros hablan solamente de escopetas, revólveres, palos y armas blancas.

Si eran solamente escopetas se dispara la advertencia de que habrá que investigar la calidad de los chalecos y si fueron armas de guerra, legisladores de la oposición advierten que "habrá que investigar quien proporcionó esas armas".

Así como no termina de aclararse la cantidad de víctimas fatales, tampoco se sabe el número exacto de heridos, aunque fuentes sanitarias de Curuguaty dijeron en un momento del día que eran decenas y que estaban "desbordadas".

Los jerarcas policiales dijeron que "hay siete u ocho detenidos" civiles pero no se supo en ningún momento la cantidad de campesinos sin tierra que participaban de la ocupación del predio y cómo fue posible que "muchos hayan huido a refugiarse en los montes cercanos".

También se especula sobre la posible responsabilidad del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo guerrillero que opera en el país, pero las autoridades aseguran no tener evidencias al respecto.

Caen altos cargos

Lo concreto es que cayó el ministro del Interior, Carlos Filizzola, el comandante de la policía, Paulino Rojas, y que el congreso y la Suprema Corte de Justicia realizaron reuniones urgentes y extraordinarias ante los riesgos institucionales.

Se mencionó la posibilidad de llevar a juicio político al presidente, Fernando Lugo, a quien muchas voces opositoras responsabilizan de la situación, pero hasta ahora solamente se dispuso crear una comisión bicameral de investigación.

En medio de ese panorama confuso este sábado asumió el nuevo ministro del Interior Ruben Candia Amarilla, cercano al opositor Partido Colorado y que ocupó ese cargo durante el gobierno del presidente Nicanor Duarte Frutos, entre 2003 y 2008. También fue fiscal general del Estado. Candia será el cuarto ministro del Interior de la administración de Fernando Lugo, después de Rafael Filizzola, Federico Acuña y Carlos Filizzola.

En rueda de prensa, el nuevo ministro prometió actuar "con todo el rigor de la ley", pero siempre "dentro del marco institucional" del país. Candia dijo que el presidente Fernando Lugo no le puso ninguna condición ni le pidió nada especial, sino simplemente que se ajuste a la ley y por eso remarcó que actuará "con la ley en la mano". Respecto de los sucesos de este viernes, comentó que esperará a reunir información de primera mano para decidir las medidas a adoptar y se pronunció a favor de la creación de un ámbito de debate con las organizaciones campesinas.

Sin embargo, prometió proceder "con todo el rigor y la fuerza" contra el movimiento guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) a quien algunos medios locales relacionan con los hechos violentos de este viernes. "No creo que tenga que apartarme de la línea de persecución", subrayó el nuevo ministro del Interior quien luego de asumir se dirigió a su nuevo despacho "a preparar la agenda" que "es inmensa", según dijo.

Para el cargo de comandante general de la Policía Nacional se nombró a Arnaldo Sanabria Morán.

Fuente: dpa

Editora: Rosa Muñoz Lima