¿Clon o delirio?
30 de diciembre de 2002No es primera vez que la secta de los raelianos hace noticia. Tiempo atrás ya había dado que hablar con sus estrambóticos propósitos de clonar a personajes como Jesús y su antítesis, Adolfo Hitler. Ahora afirma que su empresa de tecnología genética, Clonaid, consiguió clonar por primera vez a un ser humano. Y, desde luego, el mundo reacciona con perplejidad.
Reacciones en Alemania
El secretario de la Conferencia Episcopal Alemana, Hans Langendörfer, calificó en Bonn la noticia como una "mezcla de absurdas teorías religiosas y supuesto progreso". Al mismo tiempo subrayó que si, en contra de lo previsible, se confirma el hecho, se habrá roto una vez más un tabú, a costa de los seres humanos.
Un dictamen independiente habrá de confirmar o desmentir la afirmación de que la recién nacida -que lleva el nombre de Eva, tan cargado de simbolismo- es efectivamente un clon. Y eso tardará aún varios días. Por lo pronto, la Asociación Alemana para la Investigación (DFG) duda de la veracidad del anuncio. Su portavoz, Eva-Maria Streier, afirma no conocer a ningún científico serio que le de crédito. A su juicio, se trata de mero sensacionalismo y expresión de la competencia que libran los raelianos con el investigador italiano Severino Antonori en materia de medicina reproductiva.
Ciencia-ficción religiosa
El escepticismo está plenamente justificado, tratándose de un grupo como los raelianos, que prometen la vida eterna a través de la clonación. Fundada por el francés Claude Vorihon, quien actúa como profeta con el nombre de Rael, la secta sostiene que la humanidad toda es producto de los experimentos genéticos de seres extraterrestres. El gurú afirma haber tenido un encuentro con una nave de los misteriosos visitantes del espacio, "los elohim", cuyo nombre figura ya en la Biblia en hebreo, y habría sido traducido erróneamente como "Dios".
El episodio le cambió la vida a Rael, quien antes se ganaba el sustento como cantante y piloto de autos de carrera. En 1997 fundó la empresa Clonaid, definida en su página de internet como "la primera compañía de clonación humana". Los postulados de los raelianos suenan a mezcla de delirio religioso con ciencia ficción. No obstante, la idea de poder perpetuarse, trasladándose de un cuerpo a otro, réplica de sí mismo -llevando consigo la conciencia y la memoria individual- resulta atractiva para muchos.
55 mil miembros tiene la secta en el mundo entero, según sus propios datos. Y no todos ellos son meros extraviados. Al menos no parece serlo la bioquímica francesa Brigitte Boisellier, la obispo raeliana que acaba de anunciar el nacimiento de la primera niña clonada. En el consorcio químico francés Air Liquide, donde trabajó durante años, se la considera una científica brillante.