Colombia: ¿herencia compartida con Alemania?
19 de noviembre de 2013Situado a una altura de 1.730 metros de altura, en el sur del departamento de Huila, -una región montañosa que es parte del nudo andino del macizo colombiano-, se encuentra el parque arqueológico de San Agustín que resguarda los gigantes de piedra que dejó una cultura precolombia que habitó esa zona entre el año 1 y el 900 de nuestra era y desapareció inexplicablemente. San Agustín es considerada la necrópolis americana de mayor extensión, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1995 por la UNESCO.
El Instituto Iberoamericano de Berlín abrió una exposición que conmemora el centenario del comienzo de las investigaciones arqueológicas, en buena parte impulsadas por el arqueólogo alemán Konrad Theodor Preuss (1869-1938), que llegó a la región en su calidad de custodio del entonces Museo Real de Antropología de Berlín. La exposición muestra fotografías históricas que documentan el proceso de investigación, el estado de los monumentos y esculturas tal como fueron encontrados por los investigadores y como lucen después de su restauración. La muestra honra especialmente a Preuss, considerado pionero de la arqueología.
Motivo para celebrar
“Esto es en realidad una celebración, nos llena de orgullo poder conmemorar esta fecha, cuando un arqueólogo alemán llegó al Alto Magdalena y documentando sus hallazgos abrió las compuertas para muchos otros arqueólogos e investigadores, que luego interpretan, investigan, cavan“, dice Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), en conversación con DW.
"Preuss trajo a Berlín 21 piezas del Alto de Magdalena y 14 del Nariño; esas piezas están catalogadas y documentadas y parte de mi visita oficial a Alemania consiste en ver esas piezas y constatar en qué estado se encuentran“
¿Hay una reclamación del Estado colombiano al alemán para que les sean devueltas esas piezas? “Es una posibilidad que existe y depende de la catalogación, documentación y la situación en la que se encuentran las piezas. Del mismo modo hay que ver cuáles eran las leyes de la época para proteger el patrimonio y en esa medida es algo que corresponderá a los dos gobiernos aclaralo“, afirma Sanabria, que destaca que ya hubo un intento de reclamación en el pasado que quedó en puntos suspensivos.
Parte del patrimonio colombiano
"Las piezas son parte del patrimonio colombiano, se hará lo que corresponda, pero hay que ver la jurisdicción de los tratados internacionales. El Sr. Preuss tiene que haber sellado las piezas cuando salió de la aduana colombiana, entonces hay que estudiar esos documentos para analizar la posibilidad de una reclamación, de lo contrario estaríamos ante la voluntad del gobierno aleman“, explica Sanabria.
Durante una ceremonia de inauguración, el presidente de la Fundación para el Patrimonio Cultural Prusiano, Hermann Parzinger, exhortó a desarrollar lo que llamó “shared heritage“ (herencia compartida), para asumir la responsabilidad de cuidar y difundir los conocimientos sobre esas culturas precolombinas.
En conversación con DW, Parzinger destaca que se trata de un concepto que puede resolver algunos conflictos entre países que reclaman a Alemania la devolución de piezas culturales que se encuentran sobre todo en Berlín. Con este concepto se han desarrollado proyectos con países en el Medio Oriente, como Jordania y con China, de donde provienen las decoraciones de cuevas de la época budista halladas en la ruta de la cera.
La arqueología ilegal, amenaza mundial
“No deberíamos hablar de recuperaciones. Más vale concentrarse en preservar lo que se tiene y no en recuperar las piezas que llegaron hace cien años. Hay un problema que deja mal parados a muchos países que hablan de repatriaciones y recuperaciones, que pierden más como resultado de excavaciones ilegales. Esto es un auténtico peligro para toda la herencia cultural arqueológica que se encuentra bajo tierra. En Europa, en Alemania misma, en el Medio Oriente, en Irak y también en América Latina, las excavaciones y el comercio ilegal de objetos es lo que más nos debería preocupar y en eso deberíamos actuar conjuntamente“, destacó Parzinger.
Por su parte, Manuela Fischer, directora de la colección arqueológica de Sudamérica del Museo Etnológico de Berlín, y conocedora de las piezas que trajo Preuss, señala que llegaron a Berlín 20 piezas originales, así como numerosos fragmentos y piezas de cerámica. Algunas se perdieron durante la Segunda Guerra Mundial. “Hay una pieza de 1,30 metros de alto y 2 más pequeñas muy llamativas. Una figura tiene representados los dientes de un jaguar o un felino, las otras dos representan a humanos, pero eran todas custodios de tumbas, aunque no fue encontrado un rico ajuar funerario in situ". Fisher destaca que lo más sobresaliente que trajo Preuss fueron las colecciones de textos, de cantos y de mitos, que recolectó el arqueólogo alemán en la región amazónica en donde habitaron pueblos como los Uitoto.