Qué frena la creación de un memorial en Colonia Dignidad
7 de febrero de 2023Tras el apoyo que expresaron las máximas autoridades de Chile y Alemania a la creación de un futuro memorial en la ex Colonia Dignidad, es tiempo de avanzar, estiman los dos expertos alemanes del equipo que elaboró la propuesta. Se muestran esperanzados y, a la vez, cautos ante los desafíos que vienen.
La politóloga Elke Gryglewski espera que "los gobiernos revisen la propuesta y tomen medidas para implementar por lo menos parcialmente las sugerencias". La directora de la Fundación Memoriales de Baja Sajonia y del sitio conmemorativo en ex campo de concentración Bergen-Belsen trabaja en el tema desde 2014, por encargo del ministerio alemán de Exteriores.
En 2016, se le unió Jens-Christian Wagner, director de la Fundación Sitios de Memoria Buchenwald y Mittelbau-Dora. En su opinión, los pocos avances de los dos últimos años no se deben solo a la pandemia. "En el gobierno de Sebastián Piñera, en especial el ministro de justicia Hernán Larraín jugó un papel negativo en el proceso", indica el historiador, en alusión al otrora defensor de Colonia Dignidad.
Junto a los alemanes, completaron el equipo los chilenos Elizabeth Lira y Diego Matte. Los cuatro expertos presentaron hace casi dos años un concepto de espacio conmemorativo y centro de documentación, mandatados por la Comisión Mixta Chile-Alemania por Colonia Dignidad.
Para ello han realizado encuentros y talleres en ambos países con diferentes grupos de afectados, entre ellos, excolonos, residentes de la hoy llamada Villa Baviera, familiares de detenidos desaparecidos, exprisioneros políticos, chilenos que de niños fueron abusados sexualmente, adoptados ilegalmente y campesinos desalojados. "Desde el principio la sociedad civil y los distintos grupos han entregado sus opiniones e ideas, que deben ser tomadas en serio e integradas", observa Wagner.
Espacio de reparación, verdad y justicia
Función esencial de un memorial es reconocer a las víctimas y su dignidad, así como constatar los crímenes cometidos y quiénes fueron los responsables. "Es fundamental establecer cuántas víctimas hubo y qué ocurrió con ellas. Para familiares y agrupaciones es muy importante encontrar el lugar donde murió o fue sepultado el padre, hermano o hermana que fueron asesinados y desaparecidos", sostiene Wagner.
Además de ser un espacio para el duelo, cumple una función educativa para las nuevas generaciones. Al mismo tiempo, indica Gryglewski, "sería como un catalizador para muchas otras necesidades, en la búsqueda de verdad y justicia". Basado en el trabajo científico y hechos comprobados, debe mostrar la verdad histórica de la secta y los crímenes cometidos, lo que "puede aportar a un manejo muy serio, fundamental y no a base de rumores o conspiraciones".
La especialista afirma que "en la experiencia alemana, estos espacios han jugado un rol muy importante para las exigencias de justicia de los sobrevivientes. Gracias a ellos, que generaron un público muy grande, se creó en 2000 la Fundación EVZ (en español: Memoria, Responsabilidad y Futuro) para reparar el trabajo esclavo. Fue muy tarde, pero no habría ocurrido sin estos lugares".
Gestión independiente
Los expertos alemanes adelantan que se debe definir un ente ejecutor, por ejemplo, una fundación u organización financiada por ambos Estados: "Una gestión independiente que construya y se haga responsable. Para las agrupaciones de víctimas, es muy importante que no sea manejado por los colonos", apunta Gryglewski.
Ese organismo debería reunir a historiadores, museólogos y educadores que afinen el concepto de manera científica, recomienda Wagner: "Partiendo por una revisión histórica y arquitectónica de los edificios para comprobar si pueden ser usados con fines de museo y asegurar que espacios históricos sean conservados".
En torno al núcleo dado por la casa de Paul Schäfer, fundador y líder de la secta, y otros edificios, se propone una exposición de objetos, fotografías, testimonios y archivos, entre ellos "documentos de la embajada y otros que muestran el rol del ministerio de Exteriores de Alemania", aporta Gryglewski. Se agregarían estaciones en lugares significativos, como el sótano de papas y el hospital, y debería contar con la guía de profesionales y educadores.
Obstáculos
Uno de los obstáculos es que se trata de una propiedad privada y habitada, que funciona como centro turístico. Los gobiernos debieran negociar pronto una alternativa de vivienda para los residentes, advierte la politóloga: "Los edificios que están en uso se van a seguir deteriorando y podría ocurrir que deban ser destruidos de lo mal que están".
Otro desafío es que allí "todavía viven y trabajan personas que no solo fueron víctimas, sino que algunos también fueron perpetradores", dice Wagner. Entre los más ancianos, en tanto, hay reticencias, pues por razones religiosas no quieren hablar del pasado.
"No se puede esperar a que estemos todos de acuerdo. En ninguna parte del mundo, y menos en Alemania, se ha construido algún sitio de memoria con la voluntad de todos. Al contrario, en casi todos, el gobierno o la sociedad civil tomaron una decisión y, recién después de instalado, el resto del público vio que era buena idea", afirma Gryglewski.
"Este proyecto solo se va a realizar si se hace de forma colaborativa y con la participación de ambos países", subraya la politóloga. Por su parte, Wagner espera que la mayor cercanía política del gobierno de Boric con las víctimas permita agilizar el proceso. La próxima reunión de la Comisión Mixta, que se efectuará en abril en Berlín, podría ser decisiva para poner la primera piedra en un año especialmente simbólico, en que se cumplen 50 años del golpe militar.
(rml)