Comedia sobre Hitler: opinión judía dividida
11 de enero de 2007¿Es la película de Dani Levy "Mi Führer: la realmente verdadera verdad sobre Adolf Hitler" una perla más en una larga tradición de humor "judío"? O es un intento falto de tacto, trivializante y en última instancia peligroso sobre un tema que mejor sería dejárselo a los historiadores?
Las respuestas varían. El filme, que comienza a exhibirse en Alemania el jueves (11.01.07), ha sido criticado por líderes judíos alemanes y suizos. Muchos judíos piensan que la idea de un filme alemán que tome a Hitler en broma es un disparate y un atropello.
Pero otros, remitiéndose a películas como "El gran dictador", de Charlie Chaplin y "La vida es bella", de Roberto Begnini, dicen que no hay razón por la que los alemanes no puedan echar un vistazo al dictador a través del lente del humor.
"'Mi Führer" está engarzado en una tradición de la comedia judía que va desde Mel Brooks, pasando por Ernst Lubitsch hasta Jerry Seinfeld," dice Yves Kugelmann, redactor jefe de Aufbau, una revista mensual suiza sobre cultura judía, editada en alemán.
Hitler como "figura pop"
"Que una comedia sobre Hitler pueda ser hecha en Alemania es algo muy positivo", agrega Kugelmann. "Es absolutamente correcto e importante rodar películas como ésta. Se puede decir que es una señal de emancipación."
Para Kugelmann, una comedia sobre Hitler es una alternativa a la avalancha de programas graves y serios transmitidos por la TV alemana, que a menudo tratan sobre detalles específicos de la vida de Hitler y sus secuaces.
"Esos documentales –sobre los perros de Hitler, sus mujeres, su impotencia– sirven para transformarlo en una monumental figura pop", dice Kugelmann. "Ello es problemático, porque lleva a un culto de la persona".
Oportunidad perdida
No obstante, Kugelmann critica que en el filme se ha perdido una gran oportunidad. "Es provocador, pero no se adentra lo suficiente en la sátira. Pienso que Levy perdió los nervios y tomó un punto de vista moral". Agrega que otros filmes sobre el mismo tema – como "El gran dictador", de Chaplin, y "La vida es bella", de Begnini – son más osados.
Kugelmann no es el único en comparar el nuevo filme con "El gran dictador". Lea Rosh, periodista alemana muy conocida por su exitosa campaña para construir un monumento admonitorio del Holocausto en Berlín, dijo al diario Lübecker Nachrichten: "No creo que sea posible hacer de Hitler una figura cómica, a menos que se sea un genio como Charlie Chaplin."
Hitler: no es para reír
Levy –cuya madre pasó ilegalmente de Alemania a Suiza a la edad de 12 años– calificó a su película de "terapia de grito primigenio" y piensa que los alemanes están dispuestos a reír sobre una figura de Adolf Hitler "patética, lastimosa y ridícula". En su intento de darle a los alemanes "nuevas imágenes", ironiza sobre el dictador, describiéndolo como un impotente e incontinente con una niñez traumática.
Stephan J. Kramer, el secretario general del Consejo Central de los Judíos en Alemania, rechazó el filme y criticó abiertamente el intento de Levy de desmitificar a Hitler.
Reír sobre Hitler "no es tabú ni está prohibido", dijo, pero resaltó que el estilo de la película de Levy, "grueso y chabacano" poco tiene que ver con las sátiras sobre Hitler de Charlie Chaplin, Ernst Lubitsch y Mel Brooks, de "humor sutil, irónico y sarcástico".
Advertencia de antisemitismo
"Hitler no fue justamente una figura humorística con una niñez trágica... no existen circunstancias atenuantes algunas ni compasión. La figura del genocida no puede ser separada de Hitler como persona", agregó Kramer.
"En vista del creciente antisemitismo en Europa, la película 'Mi Führer' es innecesaria e incluso peligrosa", agregó.
Todavía no está claro si el público alemán acepta el filme o incluso se interesa por él. En un sondeo realizado por la revista Stern se llegó a la conclusión de que el 56 % de los encuestados tienen una opinión negativa sobre la película, mientras que el 35 % la ven positivamente.