¿Comienza a caer el último muro europeo?
7 de diciembre de 2006La presidencia finlandesa de la Unión Europea, que terminará junto con el año en curso, dio a conocer un presunto acuerdo según el cual el gobierno de Ankara permitirá que transportes grecochipriotas lleguen a un puerto marítimo y a uno aéreo bajo dominio turco.
Esto significaría un paso discreto pero significativo en el conflicto que Grecia y Turquía sostienen desde 1974, cuando tropas turcas ocuparon la parte norte de Chipre. Desde entonces la isla se encuentra dividida; para muchos, se trata del último muro que queda por caer en Europa.
¿Paso histórico, o anuncio sin fundamento?
La noticia se da en el marco de una reunión que sostienen representantes de los 25 países de la Unión Europea en Bruselas, para tratar precisamente el tema de Turquía. Este país se ha visto sometido a una presión creciente por parte del bloque comunitario, que desea ver señales claras de democratización y apertura en el gobierno de Ankara antes de considerar un posible ingreso turco a la Unión Europea.
Para la presidencia finlandesa de la Unión Europea, el presunto gesto de Turquía significaría un triunfo luego de que en los pasados seis meses poco se ha avanzado en el tema. Además, permitiría a los finlandeses adelantarse a uno de los puntos principales en la agenda de Alemania, que será el próximo país en presidir el bloque a partir de enero.
Cautela alemana
Por estos detalles, la noticia ha sido recibida con beneplácito, pero también con reservas. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, dijo que el eventual gesto "muestra una cautelosa disposición de Turquía a llegar a acuerdos." Al mismo tiempo, dejó en claro que aún se desconoce cuáles son las condiciones -si las hay- bajo las cuales Turquía aceptaría dar el paso anunciado.
Si hubiera una acción de Turquía en este sentido, "podría contribuir con un elemento positivo a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea". El encuentro se llevará a cabo la semana entrante, y será el punto con el que Finlandia cierre su presidencia.
Mutismo en Ankara, desconfianza en Atenas
Hasta el momento, las autoridades turcas han guardado un enigmático silencio que contrasta con las sonoras proclamaciones finlandesas. No obstante, poco a poco el hielo se ha ido derritiendo y, aunque a cuentagotas, la noticia se ha confirmado desde Ankara. Una televisora local indicó que Turquía no pondrá condiciones para la apertura de los puertos, pero al mismo tiempo señaló que se tratará de una medida de carácter temporal.
En Grecia, país que es visto como enemigo histórico por sectores nacionalistas turcos (con una precepción recíproca en el nacionalismo griego), la primera reacción es de escepticismo.
Giorgos Koumutsakos, vocero del ministerio girego de Asuntos Exteriores, afirmó que "las informaciones disponibles hasta el momento son poco claras y fragmentadas." Recordó que entre las condiciones para un ingreso de Turquía a la Unión Europea se contempla la apertura de todos los puertos marítimos y aéreos de Turquía a barcos y aviones grecochipriotas.