Con cerámica alemanes vencen colibacilos en aguas residuales
13 de febrero de 2006
El antiguo taller de los bomberos en el corazón de Weilers Neurott, en inmediaciones de Heidelberg, alberga algo significativo para el Medio Ambiente en el mundo. Aquí se encuentra una de las más sencillas pero revolucionarias plantas para el tratamiento de aguas.
La máquina en cuestión ha pasado ya las pruebas de fuego, según Tosca Zech: "Este nuevo sistema de purificación de aguas supera con creces las exigencias sanitarias. Tanto que las aguas quedan libres de cualquier foco de enfermedad," asegura la joven ingeniera del Instituto Fraunhofer de Técnicas de Procesamiento Biológico en Stuttgart. Una técnica prometedora, también para zonas en emergencia.
Barato y efectivo
Según los expertos, ésta es la única planta descentralizada de tratamiento que utiliza filtros rotadores. Su desarrollo y funcionamiento son un proyecto conjunto del Instituto alemán Fraunhofer y la Sociedad de Tratamiento de Aguas de Heidelberg. Ambas instituciones buscaban crear un sistema barato a base de la filtración de bacterias. Una empresa hasta ahora muy difícil de lograr.
Los discos-filtro de rotación son la principal innovación de la planta de tratamiento de aguas de Neurotter. Se trata de cilindros de metal, en cuyo interior se encuentran ruedas de cerámica porosa con un diámetro de 31 centímetros, un espesor de 6 milímetros y poros de 0,2 micrometros. Los discos están sujetos a un eje rotante a una distancia de pocos centímetros uno del otro. El mismo eje funge también como tubo de escape.
Por la fuerza centrifugal
La alta presión exterior lleva el agua a los discos-filtro pasándola luego al eje central a través de minúsculos canales. Partículas de suciedad y bacterias quedan atrapadas en los filtros formando una capa que, a su vez, mejora el rendimiento, toda vez que microorganismos se adhieren a la capa.
El movimiento rotativo de los discos-filtro impide que las capas de mugre que se forman crezcan demasiado y bloqueen la filtración. Los residuos acumulados son así despedidos por las fuerzas centrífugas de la máquina.
Bacterias expertas en eliminar bacilos
Tras la filtración, las aguas pasan por tres birreactores diferentes. Allí, bacterias especializadas en eliminar fosfatos y combinaciones de carbono, así como sustancias tóxicas como amoniaco y nitrato. Una vez recorrido este proceso, el agua tratada vuelve a ser conducida por los discos rotantes que la filtran una vez más.
El resultado es magnífico. Aguas que antes contenían todo tipo de residuos, aparecen cristalinas y sin muestras de focos de contaminación. Dicha planta puede tratar agua hasta para unos 50.000 usuarios. No sobra decir que este sistema de recuperación de aguas llena los requisitos del agua potable exigidos por Bruselas para la Unión Europea. El desarrollo de dicha planta purificadora es considerada una verdadera "victoria sobre los colibacilos" y otros agentes infecciosos.