A fines de los años 70, Audi está considerada una marca aburrida. Hasta que, en febrero de 1977, un grupo de ingenieros que viaja por la Finlandia nevada, tiene una genial idea: tracción completa combinada con gran potencia. En 1980, un Audi quattro con motor de 200 caballos es presentado en el Salón de Ginebra.