Con Macri, ¿más cerca del acuerdo UE-Mercosur?
23 de noviembre de 2015“Mauricio Macri apunta a quitar el cepo al dólar, que desde el 2011 requiere de justificaciones para que un ciudadano adquiera divisas. Pretende reducir las retenciones del 'agro', que imponen impuestos a la exportación de soja y sobre todo de girasol y trigo. Quiere también un ambiente de negocios de confianza y seguridad jurídica para que vuelvan las inversiones a la Argentina”, explica a DW el politólogo Santiago Villar, investigador del think tank europeo CIDOB.
¿Significa que el triunfo de conservador-liberal Mauricio Macri pone el barco a toda vela hacia el horizonte del acuerdo de libre comercio que busca la UE con el gigante del sur desde el año 2000?
“Sí, podría ser. Recordemos que tanto Uruguay como Brasil han manifestado que el principal obstáculo para avanzar en las negociaciones es la Argentina. Tanto en la cumbre UE-CELAC de 2013, como en la UE-CELAC de 2015 ambos bloques anunciaron que tenían ya las ofertas consolidadas y estaban esperando plantearlas a final de año”, responde Villar recordando que en 2004 las negociaciones fracasaron por la negativa de Buenos Aires.
A pocas horas de la victoria de un político que pretende alejarse del proteccionismo y de las injerencias de 12 años de 'kirchnerismo', los análisis apuntan a una gran reapertura de la economía del país, tanto hacia la región como hacia más allá del mar.
Liberal con promesas sociales
“Es verdad que Macri desea adoptar una posición más favorable al libre comercio para que los productos argentinos se exporten con más facilidad al resto del mundo. También es verdad que Macri y su equipo ven con mucho interés a la Alianza del Pacifico, que aboga por la apertura de las economías de los Estados miembros de ese proyecto regional. En cierta medida el nuevo presidente va a querer que el Mercosur sea más liberal. Estos elementos contribuyen a la hipótesis de una aceleración de las negociaciones comerciales entre la UE y el Mercosur”, explica a DW Sebastián Santander, politólogo belga de la Universidad de Lieja.
“Por otro lado –recuerda Santander aconsejando prudencia– no hay que olvidarse de que a pesar de que quiere menos intervención del Estado en la economía, Macri se comprometió a mantener una serie de políticas nacionales a favor de la industria argentina”. Dijo, por ejemplo, continúa el analista, “que no va a poner fin a la nacionalización de la petrolera YPF o de Aerolíneas Argentinas; declaró también que mantendría la Asignación universal por Hijo y que no quiere liquidar la re-nacionalización del sistema de pensiones… no son medidas liberales”. “Macri sabe que la población de su país no se ha olvidado de la tremenda crisis que sacudió a la Argentina en el 2001-2002. Es posible que ese trauma económico y social modere sus políticas”, concluye Santander.
¿Lecciones de la historia ?
“Aunque el proteccionismo tiene mala prensa, hay ciertas cosas que hay que ver desde la perspectiva histórica: los países hoy exitosos –Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, recientemente Japón– han recurrido a proteccionismos temporales, flexibles, selectivos: Argentina también”, recuerda Viktor Sukup, analista político de las instituciones europeas y profesor invitado de la Universidad de Buenos Aires.
“En los últimos años ha conocido un desarrollo industrial importante; si el nuevo gobierno hace una política totalmente diferente, puede que traiga beneficios a ciertas empresas, pero en general va a tener impactos negativos”, apunta Sukup y recuerda las medidas de liberalización y desregularización que llevaron a la crisis de 2001. De “pan para hoy y hambre para mañana”, las califica.
“Países como los de Asia, con proteccionismos sensatos, son para los europeos socios más dinámicos e interesantes que un país, como Argentina, que entra cada 15 años en una suerte de quiebra”, advierte el economista austríaco. En su opinión, abrir totalmente las fronteras y los mercados a un bloque europeo con un avasallador poder industrial sería volver a la década de los 90. Por otro lado, apunta, abrir totalmente las fronteras a los productos agrícolas argentinos y brasileños afectaría negativamente a los productores europeos.
No sólo Macri, no sólo Argentina
Como fuere, aunque ahora el nuevo gobierno esté supuestamente más dispuesto a liberalizar su economía, tampoco se puede cantar victoria. La clave estará ahora en Brasil.
“Habrá que esperar a ver si Brasil realmente está dispuesto a liberalizar su economía y a hacer concesiones respecto a una serie de temas estratégicos, como son las inversiones, los servicios, los mercados públicos, la denominación de origen…”, explica Santander. “Pues aunque durante años se acusó a Argentina, tanto en Europa como en el Mercosur, de ser la gran responsable del estancamiento de las negociaciones comerciales, también podría ser que Brasil se haya estado escondiendo detrás de la posición proteccionista argentina del gobierno de Kirchner”.