Los trabajos arqueológicos en la antigua ciudad de Pompeya nos permiten reconstruir al detalle cómo se cultivaba, se comía y se vivía hace más de 2.000 años en el imperio romano. Pero, ¿cuál es la huella de nuestros hábitos alimentarios en la actualidad? Y ¿cómo podemos mejorar el impacto de nuestra civilización sobre el planeta?