“El futuro de Libia debe estar en manos libias”
1 de septiembre de 2011Publicidad
Esta conferencia internacional tuvo lugar justo el día en que el derrocado líder libio, Muammar Gadafi, habría celebrado nuevamente su ascenso al poder en 1969, tras conducir el derrocamiento de la monarquía. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron fueron los anfitriones del encuentro. “La OTAN prestó su servicio a Libia bajo la conducción de Francia y Gran Bretaña”, enfatizó Sarkozy, mientras una gran valla con su foto ondeaba en las calles del bastión rebelde, Bengasi. “Gracias Francia”, rezaba el letrero en inglés mostrado por varias televisoras.
Como “Amigos de Libia” se presentaron en París, entre otros, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, así como el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la canciller alemana, Ángela Merkel, el rey jordano Abdullah II, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, representantes de la OTAN, la Liga Árabe, la Unión Africana y la Conferencia Islámica. También Rusia, China y Argelia, que criticaron desde el comienzo la misión militar internacional en Libia, enviaron sus representantes. Entre los ausentes se contó Arabia Saudí, comentó la televisora francesa France24.
El Consejo Nacional de Transición (CNT) libio –representado por su presidente, Mustafa Mohammed Yalil, y su primer ministro, Mahmud Yibril– aprovechó la plataforma para informar sobre sus planes para el futuro inmediato del país y sobre la ayuda que necesitan tras varios meses de conflicto. El CNT prevé una nueva Constitución, elecciones en un plazo de 18 meses y fórmulas para evitar represalias. La reconstrucción de Libia será financiada en parte con los fondos de empresas estatales libias, congelados por la comunidad internacional tras la violenta represión de las protestas por el Gobierno de Gadafi.
Europa ofrece ayuda técnica y espera oportunidades de inversión
Previo a la conferencia de París, la Unión Europea (UE) había levantado parcialmente sus sanciones contra Libia. Estados Unidos y Gran Bretaña obtuvieron permiso de la ONU para descongelar 1.500 millones de dólares en activos libios cada uno. Francia recibió asimismo aprobación para liberar 2.160 millones, de un total de más 8.000 millones de dólares congelados, informó la agencia británica de noticias Reuters. El primer ministro holandés, Mark Rutte, anunció la liberación de 2.000 millones de dólares. Holanda ofrecerá además apoyo a Libia en la búsqueda de minas y bombas, agregó Rutte.
Pero, tal y como previeron varios mandatarios, los fondos liberados son libios, así que ésta no fue una conferencia de donantes, sino una con un valor “simbólico”, de apoyo al Gobierno interino, comentó la enviada especial de la televisora pública germana, ARD. Libia –un país con grandes reservas de crudo de máxima calidad– necesitará sobre todo “asesoramiento técnico”, puntualizó previamente la canciller alemana, Ángela Merkel, quien se apresuró a mencionar áreas de colaboración como el abastecimiento de agua potable.
Por el momento, el canciller francés, Alain Juppé, dijo que la prioridad era ayudar en las necesidades humanitarias y la restauración de agua, electricidad y combustible del país, por lo que las oportunidades de inversión quedarían para una segunda etapa. No obstante, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, deseó relaciones económicas cercanas entre Europa y Libia, así como perspectivas para el desarrollo de empresas petroleras, de infraestructura, construcción, energía eléctrica, telecomunicaciones, agua y turismo, que estén dispuestas a desafiar la posición privilegiada de las firmas italianas durante el Gobierno de Gadafi, informó Reuters.
Paz, servicios básicos, nuevo sistema político
Entre las prioridades de la reconstrucción libia se halla la pacificación del país. La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, insistió sobre todo en la recogida de armas distribuidas durante la fase más violenta del conflicto. Además, sigue aún en la agenda la captura de Gadafi. Pero igualmente necesario será garantizar los servicios básicos y consolidar nuevas estructuras políticas, en un país sin partidos políticos y con estructuras tribales sin paralelo en Occidente.
La UE, que ha enviado unos 150 millones de euros en ayuda humanitaria a Libia, está preparando medidas para ayudar al CNT en temas de justicia, seguridad, educación y gestión financiera, reportaron fuentes europeas.
El “valor agregado de la revolución” tiene que ser reconocible en pocas semanas, advirtió el experto en seguridad y política internacional, Markus Kaim, de la berlinesa Fundación Ciencia y Política. Para los libios, esto no sólo se medirá en “nuevos derechos y democracia”, hacia los que debe apuntar el “heterogéneo Gobierno interino, formado por monárquicos, islamistas y antiguos funcionarios del régimen derrocado”, explicó Kaim en entrevista con ARD. Se trata también de cuestiones básicas como “si la población tiene suficiente para comer, si hay combustible disponible, si está asegurada la asistencia médica”, precisó.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, se pronunció por una misión de la ONU en Libia y aseguró que trabajaría con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para aprobarlo “lo más pronto posible”. Libia necesita urgentemente ayuda humanitaria, explicó Ban. Además de la escasés de agua potable y afectaciones de servicios como los de salud, “unas 860.000 personas han abandonado el país desde febrero, entre ellos muchos trabajadores inmigrantes bien calificados”, precisó el líder de la ONU.
Ban advirtió además contra la toma de partido de terceros Estados. “El futuro de Libia debe estar en manos de los libios”, enfatizó y llamó al diálogo y la reconciliación nacional. El próximo encuentro de alto nivel sobre Libia se celebrará el 20 de septiembre, al margen de la Asamblea General de la ONU.
Autora: Rosa Muñoz Lima (dpa, reuters, afp)
Editora: Claudia Herrera Pahl
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