Conflicto en Spitsbergen
Para vivir en Spitsbergen no se necesita una visa. Si bien el archipiélago ártico es territorio noruego, el acceso es libre. Es así como en los últimos cien años ha nacido una comunidad internacional única. Inicialmente vivían en Spitsbergen sobre todo mineros del carbón, pero en los últimos años ha aumentado considerablemente la cantidad de extranjeros en la capital Longyearbyen, en la actualidad un tercio de los 2.000 habitantes. En estas remotas tierras viven del turismo, pero también han llegado hasta aquí artistas y científicos. Sin embargo los extranjeros comienzan a sentirse poco a poco marginados. Preocupados por el creciente número de nuevos habitantes, las autoridades noruegas han decidido restringir el derecho a voto. En respuesta a esta medida ha surgido una ola de protestas, también de parte de los extranjeros que debido a su situación precaria temen alzar la voz.