Conflicto en Ucrania: frustración y estancamiento
11 de mayo de 2016“El balance es mixto. Estas conversaciones también fueron muy difíciles”, dice el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, tras la reunión en Villa Borsi, en el norte de Berlín. Steinmeier volvió a encontrarse con sus colegas de Francia, Rusia y Ucrania, para mediar en el conflicto ucraniano. En sus declaraciones, tras tres horas de conversaciones, el político socialdemócrata anuncia al menos una noticia positiva: el alto el fuego, que entró en vigor hace 15 meses, se incumple más de lo que se cumple, pero los combates han disminuido.
Asegurar la tregua
Las partes han acordado aumentar la distancia entre sus tropas en la zona en conflicto: soldados ucranianos de un lado y separatistas prorrusos del otro. “Y acordamos que la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) podrá monitorearlo”, comunicó Steinmeier. Pero hasta ahí llegaron las buenas noticias: “No puedo decir lo mismo en relación con el proceso político”, reconoció el ministro alemán de Exteriores.
Se trata sobre todo de la organización de elecciones comunales en el Este de Ucrania, que fue también acordada en la bielorrusa Minsk –como la tregua−, hace 15 meses. Para ello, el Parlamento ucraniano tendría que cambiar leyes, lo que ha sido imposible de conseguir en meses. Ucrania y Rusia, además, no logran ponerse de acuerdo sobre quién podrá participar en esas elecciones y como serán monitoreadas. Pavlo Klimkin, titular de Exteriores ucraniano, y Sergei Lávrov, su homólogo ruso, se culparon mutuamente en Berlín de este fracaso. Nada nuevo.
La culpa de los otros
Lavrov rechazó la exigencia ucraniana de que los observadores de la OSCE deberían estar armados. La seguridad de las elecciones puede asegurarse sin observadores armados, alegó. Klimkin reaccionó frustrado: “No pudimos alcanzar ningún acuerdo en temas claves. Y, desgraciadamente, estos desacuerdos conducen al estancamiento del proceso de Minsk”, concluyó.
Así que no quedó otra que insistir en reforzar la tregua: se acordó, según Steinmeier, una “desconcentración de los grupos militares a lo largo de la línea de contacto, incluido el establecimiento de zonas desmilitarizadas”. Para ello hay plazos concretos: “tiene que se posible conseguirlo”, insistió Steinmeier, intentando hacer presión sobre sus colegas.
La Villa Borsig, en Berlín, está, 2.100 kilómetros de la zona en conflicto en el Este de Ucrania. Sin embargo, la casa de huéspedes del ministerio alemán de Exteriores se ha convertido en principal sitio de negociación en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania en el Este ucraniano. Ocho de los 12 encuentros del llamado formato de Normandía (Alemania, Francia, Ucrania y Rusia) han tenido lugar aquí. Aunque, en concreto, no han traído mucho.
Lo mejor que se puede decir es que, quizás, a largo plazo, la diplomacia ha evitado cosas peores que las que se han visto hasta ahora. Desde el inicio de los combates, hace dos años, casi 10.000 personas han muerto, últimamente menos, pero los combates siguen.