Contrapropuestas implícitas

Ni aceptación ni rechazo

El Corriere della Sera, de Roma, opina: "A la única pregunta que realmente le interesa a todo el mundo, Irán no dio respuesta alguna. Pero el documento, con el que Teherán esquiva diestramente la exigencia del Consejo de Seguridad de la ONU de que interrumpa su programa nuclear, es sumamente extenso, refinado y está repleto de detalles. En lugar de un seco "no", Irán lanzó, implícita, pero claramente, toda una serie de contrapropuestas. No obstante, ni siquiera los estadounidenses parecen tener ahora mucho apuro. Ni el embajador de EEUU ante la ONU ni Bush quieren que la crisis sea vista como un asunto privado entre EEUU y un Irán en la mira de los neoconservadores norteamericanos".

Teherán no busca el enfrentamiento

El TAGES-ANZEIGER, de Ginebra, Suiza, escribe: "Irán ni aceptó ni rechazó la atractiva oferta de las cinco potencias con poder de veto en el Consejo de Seguridad. Pero ello no significa que Teherán busque ahora el enfrentamiento en la discusión en relación su programa nuclear. Por el contrario, Irán quiere negociar. Bienvenido al bazar... El as en la manga de Irán es la dependencia internacional del petróleo. En el Consejo de Seguridad seguramente China va a bloquear, en interés propio, una eventual resolución en la que se decrete un embargo contra el cuarto entre los mayores exportadores de petróleo del mundo. Si el Consejo de Seguridad aprueba, no obstante, sanciones contra Irán, tal como lo exige el presidente Bush, el tiro podría salir por la culata: porque es parte de la naturaleza del régimen iraní intentar fortalecer su poder distanciándose del exterior".

Irremediable acceso

El diario KOMMERSANT, de Moscú, editorializa: "La cuestión de si los valores de la comunidad internacional permiten o no que Irán ingrese al club de las potencias atómicas ha dejado de ser interesante. Irremediablemente, la mayoría de los países que industrialmente se hallan al nivel por lo menos de los años 70 accederán en algún momento a la técnica de fabricación de combustibles y armas nucleares. El único medio de evitar que Irán obtenga hasta el 2025 tecnología nuclear es liquidar su sistema político... o todo el país".

Suma desconfianza

El diario alemán FRANKFURTER RUNDSCHAU dice: "La disposición a renunciar al enriquecimiento de uranio como condición para un compromiso no está contenida en la contrapropuesta iraní. Quizás aún pueda negociarse una renuncia parcial simbólica. Pero ello no le bastaría a los EEUU. Su desconfianza altamente oficial en relación con Teherán lo excluye. Por ello, incluso si importantes compradores del petróleo iraní continúan oponiéndose a sanciones de la ONU y los buscadores de compromisos siguen buscando, no puede ser excluido que EEUU realice una operación solo".