Uganda: lectura de labios también con mascarilla
12 de enero de 2021Cuando Juliet Namujju tenía cinco años, sus padres tuvieron un accidente de tráfico. Su madre murió y su padre perdió ambas piernas. Desde entonces, Juliet vivió con su abuela, que era modista. Una y otra vez experimentó las dificultades que tuvo que afrontar su padre, y lo mucho que se discrimina a las personas con discapacidades.
"La percepción que la gente tenía de mi padre debido a su discapacidad me llevó a luchar contra ella”, recuerda Namujju. Se propuso como misión "cambiar la mentalidad que la gente tiene hacia las personas con alguna discapacidad”.
El diseño de moda puede no parecer un camino obvio para el cambio social. Sin embargo, la empresaria de 24 años está utilizando sus audaces diseños de ropa no solo para ayudar a personas con discapacidad, sino también para abordar el problema de la eliminación de residuos en Uganda.
Un comienzo precoz
Namujju comenzó a ser creativa desde niña, haciendo juguetes con los retales de la mesa de costura de su abuela.
"Iba rápidamente y los recogía, los juntaba con desechos plásticos, botellas y otros polietilenos, y los cosía en pequeñas bolas y muñecas para jugar”, dice Namujju.
Hoy en día, Namujju emplea estas habilidades con otros fines.
Hace tres años, con solo 21 años, Namujju lanzó Kimuli Fashionability. Una marca de moda sostenible con sede en la ciudad de Mpigi, en el centro de Uganda, que emplea a personas con discapacidades para reciclar el plástico y otros residuos, y convertirlos en ropa, accesorios y, más recientemente, mascarillas llamativas. Pero no cualquier tipo de mascarillas.
Cuando en mayo terminó el confinamiento en Uganda y Namujju volvió al taller con su equipo, se dio cuenta de que los discapacitados auditivos, aproximadamente la mitad de sus 25 trabajadores, tenían un problema: las mascarillas protectoras que empleaban para evitar la propagación del COVID-19 les impedían leer los labios.
Mascarillas para la inclusión
"Nos sentamos con algunos de los discapacitados auditivos y nos preguntamos, ¿cómo podemos hacer nuestra mascarilla diferente de las demás, una mascarilla que beneficie a las personas que no pueden oír o hablar?”
Namujju y su equipo desarrollaron un diseño con una pantalla transparente hecha de residuos plásticos tratados, que se ajusta en una mascarilla de tela, generalmente de algodón, y se remata con una banda elástica y un filtro.
La ventana de visión a menudo se empaña, según Rose Nakangu, que tiene problemas de audición y trabaja para Kimuli Fashionability en la fabricación de las mascarillas. Aún así, admite que es una gran mejora con respecto a la mascarilla estándar. Y añade que las mascarillas Kimuli son cómodas de usar, y la respiración es fácil.
Desde junio, Kimuli Fashionability ha vendido más de 2.000 de estas mascarillas para leer los labios, incluyendo un pedido de 600 a Diversability, una organización con sede en Los Ángeles que apoya el trabajo de las personas con discapacidades.
El equipo está muy motivado para mantener la demanda. "Quiero trabajar duro para que podamos hacer más de estas mascarillas transparentes y distribuirlas a niños con problemas de audición”, dice Agnes Nabagala, una madre soltera con problemas auditivos que trabaja como costurera en Kimuli Fashionability desde hace tres años.
Una mirada diferente a los residuos plásticos
La basura es un gran problema en Uganda. Gran parte de ella, incluyendo enormes cantidades de plástico, no se desecha adecuadamente y se amontona en las calles de ciudades como Mpigi.
Parte de estos residuos llegan ahora a Kimuli Fashionability a través de la Academia de Innovación Social en Mpigi, un centro de empresas sociales que paga a las mujeres locales por recoger los residuos en toda la comunidad. La marca de moda luego limpia y procesa la basura.
"Cuando miro los residuos, veo algo hermoso, como una flor”, dice Naamujju, explicando el nombre de su marca. Kimuli significa flor en el idioma local de Luganda.
Pero no todos comparten este punto de vista. A los extranjeros les gusta comprar sus diseños, informa Namujju. Pero dice que es difícil convencer a los ugandeses de que los artículos desechados pueden dar lugar a moda deseable.
"Para muchos, sigue siendo un desperdicio”, lamenta.
Reciclaje en lugar de residuos
En 2019, Kimuli Fashionability organizó un desfile de moda en Mpigi para tratar de cambiar la imagen de la ropa hecha de materiales reciclados y atraer a clientes locales. La joven compañía espera repetir el evento este año, aunque esta vez de forma virtual.
Namujju está convencida de que las prendas fabricadas a partir de residuos podrían reducir el problema de la basura en su país, si suficientes personas estuvieran dispuestas a usar esa moda.
"La gente de fuera lleva estas chaquetas. Pero, ¿por qué no los ugandeses? Nos entristece mucho”, dice Namujju. "Queremos que el 90 por ciento de los ugandeses usen estas chaquetas, estas mascarillas, porque creo que también nos ayudará a reducir el problema de los residuos plásticos en Uganda”, concluye.
(ar/cp)