Corrupción a la alemana
28 de diciembre de 2006Casos como el de Siemens y otros consorcios que se han visto envueltos en escándalos de corrupción dañan la imagen de la empresa alemana en el exterior, afirma Wolfgang Schaupensteiner, experto en investigaciones sobre casos de corrupción.
Una nación que depende de las exportaciones, como lo es Alemania, debe introducir en sus empresas un código de conducta que goce de una amplia credibilidad. "Me asombra que la industria alemana no se comprometa de manera más fehaciente en la lucha contra este fenómeno", dice el especialista.
Camino de dos vías
En Alemania, los pagos destinados a sobornos en el extranjero están prohibidos. Pero estas medidas fueron adoptadas apenas a finales de los años noventa. "Antes, estos pagos incluso se podían deducir de impuestos", señala el investigador en economía Hans-Werner Sinn. Éste también reconoce que la corrupción es un proceso bilateral en el que hacen tanto daño quienes pagan como quienes demandan coimas o sobornos. "Sin algunos de estos pagos, Siemens no hubiese podido avanzar en algunos de sus grandes proyectos internacionales", indica.
Entre tanto, Shaupensteiner considera que "la corrupción ha llegado a convertirse en un asunto rutinario en Alemania. El riesgo de ser detectado sigue siendo mínimo". Ante ello, es necesario que a un eventual código de conducta se agreguen mecanismos de mayor dimensión.
Propuestas concretas
"En concreto, debe evitarse que los presidentes de los consejos de administración ingresen, o incluso encabecen de manera directa, los consejos de vigilancia", opina el especialista. Además, resulta indispensable la adopción de un código penal especial para delitos empresariales.
"En este país los consorcios no reciben sanciones auténticas sino multas como las que recibe uno por estacionarse inadecuadamente. En Estados Unidos, en un caso extremo las empresas pueden ser expulsadas del mercado bursátil. Eso serviría como una medida en verdad disuasiva", dice Shaupensteiner.
Las sanciones por una anomalía de este tipo en Alemania rondan los 500 mil euros, cantidad que se puede duplicar si el responsable es miembro del consejo de administración. Es difícil que con ello se disuada a empresas que pueden cerrar operaciones por varios cientos de millones de euros.
Al final, ¿impunidad?
En el caso de Siemens, el monto de las transacciones irregulares por diversos conceptos se calcula en 420 millones de euros. El consorcio Volkswagen, a su vez, se vio sacudido en 2005 por una serie de escándalos, sobre todo a raíz de viajes de diversión que fueron contabilizados como gastos a cargo de la empresa.
Uno de los casos más sonados de lo últimos años es el de la fusión entre Mannesmann y Vodafone, la cual presuntamente generó bonos irregulares para algunos ejecutivos, incluyendo el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackerman. Recientemente, el litigio fue cerrado mediante el pago de multas diversas por 5,8 millones de euros.