Corte Suprema rusa disuelve Memorial International
28 de diciembre de 2021La Corte Suprema de Rusia decidió prohibir el funcionamiento de la organización de derechos humanos Memorial International, a la que acusa de violar la denominada "Ley de Agentes Extranjeros". La agencia Interfax informó que la jueza Alla Nazarova confirmó una solicitud presentada por la Fiscalía. La organización afectada, por su parte, informó que la decisión de la Corte afecta también a las filiales regionales de Memorial International. El director de la entidad, Jan Ratschinski, adelantó que emprenderán acciones contra la sentencia ante la Corte Europea de Derechos Humanos.
Memorial International defiende a los perseguidos políticos y busca aclarar crímenes cometidos durante la dictadura comunista. Cuando se trata de derechos humanos en Rusia, todos miran a Memorial. La reconocida y reputada organización no gubernamental lleva más de 30 años investigando la represión política en la era soviética, preocupándose de la rehabilitación de las víctimas y denunciando juicios motivados políticamente. Ha recibido varios premios, incluido el Premio Sájarov del Parlamento Europeo.
Desde 2016 bajo vigilancia
La Fiscalía había acusado a la ONG de no haber etiquetado una veintena de sus publicaciones con la nota "agente extranjero", aunque estaba obligada por ley a hacerlo. La controvertida normativa obliga a las organizaciones que reciben financiamiento desde el extranjero a marcar todos sus documentos con la leyenda "agente extranjero". Los críticos de dicha medida hablan de difamación estatal. Memorial International rechaza las acusaciones. En un comunicado, dijo que la amenaza de cierre era una "decisión puramente política".
Durante la audiencia judicial, que duró varios días, los representantes de Memorial enfatizaron que luego de recibir las denuncias, todas las publicaciones referidas fueron marcadas con el texto indicado por las autoridades. También se han pagado las multas impuestas, por un total de aproximadamente 54.000 euros. Además, ocho de las diez infracciones administrativas señaladas por el Ministerio Público ya prescribieron.
Recuerdos del stalinismo
Memorial es un hijo de la Perestroika, de la política de apertura impuesta por Mijail Gorvachov en la segunda mitad de la década de 1980. En 1987 fue fundado el primer grupo en Moscú, que se ocupaba de recuperar la memoria de las víctimas de la represión política de la era de Stalin, un trauma nacional que durante décadas había permanecido oculto. Rápidamente se generó un movimiento nacional con representación en varias de las repúblicas de la entonces URSS. El Nobel de la Paz Andrei Sájarov fue su primer presidente. La primera manifestación tuvo lugar en julio de 1989 ante la embajada de China. El motivo fue la masacre en la Plaza de Tiananmen.
Memorial considera que su principal tarea es llegar a un consenso sobre el stalinismo, en cuya época millones de ciudadanos soviéticos fueron asesinados por motivos políticos o lucharon por sobrevivir en campos de trabajo forzado. Una de sus acciones más conocidas tuvo lugar en octubre de 1990, cuando activistas de Memorial pusieron la piedra conmemorativa Solovetsky en la Plaza Lubyanka, frente al edificio del entonces servicio secreto KGB. En la isla Solovetsky, en el norte de Rusia, se levantó a comienzos de la década de 1920 el primer campo de prisioneros soviético. Hasta hoy la piedra recuerda el sistema de los gulags stalinistas, una red nacional de cárceles y campos de trabajo.
Presión a varios niveles
Memorial fue siempre incómodo. La organización se ocupa también de los capítulos más oscuros de la historia reciente de Rusia. Sus trabajadores investigan en los archivos sobre casos de represión, publican luego libros y organizan exposiciones y actos conmemorativos. Hace unas semanas, durante una campaña online, se leyeron los nombres de los ciudadanos que fueron fusilados sin motivo durante la era soviética.
El centro de derechos humanos Memorial, además, suele causar revuelo en la prensa por su compromiso con aquellos que califica como presos políticos. El ejemplo más prominente es el del líder opositor Alexei Navalny, que se encuentra encarcelado.
En la era de Putin, el enfoque de Memorial contradice una y otra vez el canon político-histórico ruso, en el que Stalin sigue siendo venerado. La organización desde hace años siente la presión desde varios frentes por ello. Por ejemplo, Natalia Sterminova, miembro de Memorial en Chechenia, fue secuestrada y baleada en 2009. El director de Memorial en Karelia, el historiador de 65 años Yuri Dmitrijev, fue condenado a 13 años de presidio en un controvertido juicio. Dmitrijev fue galardonado en 2021 con el Premio Sájarov a la Libertad del Comité Helsinki.
El museo Perm-36, apoyado por Memorial, el único que preserva un antiguo campo de trabajo, lleva años luchando por sobrevivir. En octubre de 2021 desconocidos intentaron interrumpir la proyección de una película en la sede de Memorial de Moscú. En la película se mostraba la hambruna sufrida en Ucrania a comienzos de la década de 1930, donde millones de personas perdieron la vida debido a las políticas impulsadas por Stalin.
Cuando los políticos occidentales viajan a Moscú y se reúnen con representantes de la sociedad civil, siempre había un miembro de Memorial entre ellos. Hasta ahora.
(mn/er)