COVID-19 propaga aparición de "superhongo" en Brasil
16 de junio de 2021Gracias, en parte, al COVID-19, se acaban de notificar en Brasil los primeros casos de un superhongo letal conocido como Candida Auris. Los dos primeros casos fueron confirmados en diciembre de 2020 en una sola unidad intensiva de COVID-19 en la ciudad de Salvador (estado de Bahía, noreste de Brasil).
Los informes recientes publicados esta semana por científicos que investigaron y trataron los casos iniciales dicen que la pandemia de COVID-19 en curso ayudó a crear un caldo de cultivo propicio para que el superhongo surgiera y se propagara dentro de la unidad de cuidados intensivos de un hospital.
Los casos de Salvador son descritos en la revista Journal of Fungi por un grupo de investigadores dirigido por Arnaldo Colombo, jefe del Laboratorio de Micología Especial de la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP). El estudio contó con el apoyo de la Fundación de Investigación de São Paulo (FAPESP).
Los dos pacientes de Salvador
Según el informe, se trata de un hombre de 59 años y de una mujer de 72, que fueron hospitalizados con un síndrome respiratorio agudo grave por COVID-19 en octubre de 2020 y noviembre de 2020, respectivamente.
Los dos pacientes sufrieron otras múltiples infecciones, entre ellas la de C. auris. Sin embargo, a diferencia de brotes anteriores, esta cepa parecía ser susceptible a muchos antifúngicos comunes. Ambas infecciones fueron tratadas, y el hombre se recuperó lo suficiente como para ser dado de alta al cabo de 49 días; por desgracia, la mujer no tuvo tanta suerte y sucumbió a sus múltiples dolencias a finales de enero de 2021, según reportó Gizmodo.
"Otros nueve pacientes de C. Auris han sido diagnosticados desde entonces en el mismo hospital, algunos colonizados (con el hongo en su organismo, pero sin hacer daño) y otros infectados", dijo Colombo.
"No se han registrado otros casos en Brasil, pero hay motivos de preocupación. Estamos vigilando las características evolutivas de los aislados de C. Auris de los pacientes del hospital de Salvador, y ya hemos encontrado muestras con sensibilidad reducida al fluconazol y a las equinocandinas. Estas últimas pertenecen a la principal clase de medicamentos utilizados para tratar la candidiasis invasiva", agregó Colombo, según se lee en el comunicado de prensa de la Fundación de Investigación de São Paulo.
Grave amenaza para la salud mundial
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la C. Auris se está convirtiendo en una grave amenaza para la salud mundial.
Descubierta por médicos japoneses en 2009, se cree que la C. Auris lleva infectando a las personas desde la década de 1990. Aunque su origen exacto sigue siendo un misterio, la principal teoría entre los expertos es que solo recientemente comenzó a causar estragos en los seres humanos. Lo que hace que la C. Auris sea una amenaza tan inmensa para la salud pública es su capacidad de hacerse resistente, a menudo rápidamente, a los medicamentos antifúngicos.
Los síntomas más leves de C. Auris incluyen escalofríos y fiebre; sin embargo, en los casos graves, el superhongo letal puede invadir el torrente sanguíneo y los órganos de una persona y podría provocar daños en los órganos o una sepsis potencialmente mortal: una infección sistémica conocida como candidemia.
Según la evidencia científica, la mortalidad entre los pacientes con candidemia infectados por C. auris puede alcanzar el 60%.
Aunque no todas las infecciones por superhongos conducen a la enfermedad, su gran resistencia hace que las infecciones graves sean increíblemente difíciles de tratar y, a menudo, conducen a la muerte, especialmente en el caso de pacientes ya debilitados o inmunodeprimidos. Para empeorar las cosas, la dificultad para descontaminar adecuadamente el entorno en el que los superhongos colonizan fuera del cuerpo, como el equipo médico o los catéteres, proporciona rutas fáciles para la infección.
Vulnerabilidad de pacientes con COVID-19 grave
Según el comunicado, varios factores hacen que los pacientes infectados por el SARS-CoV-2 sean objetivos ideales para C. auris, entre ellos las largas estancias en el hospital, los catéteres urinarios y venosos centrales (que permiten la invasión del torrente sanguíneo) y los esteroides y antibióticos (que alteran la microbiota intestinal).
"El virus puede dañar la mucosa intestinal de los pacientes con COVID-19 grave (facilitando la invasión del torrente sanguíneo por parte de los patógenos), de modo que el paciente se vuelve vulnerable a la candidemia", dijo Colombo.
Varios países han informado de la aparición de C. auris durante la pandemia de COVID-19, añadió, lo que hace aún más urgente la necesidad de intensificar el control de las infecciones hospitalarias en todo Brasil. El uso racional de los medicamentos antimicrobianos en las UCI es igualmente importante. Desde el inicio de la pandemia, la azitromicina y otros antibióticos se han recetado más ampliamente, la mayoría de las veces sin una verdadera justificación.
Llegada de la especie al continente americano
En 2016, un artículo del grupo de la UNIFESP en el Journal of Infection informó de la llegada de la especie al continente americano a través de Venezuela. Pronto se detectó en Colombia, Panamá y Chile. Desde entonces, el equipo de la UNIFESP ha estado monitoreando la aparición de nuevos patógenos fúngicos en las infecciones del torrente sanguíneo documentadas por los centros médicos de todo Brasil, sin detectar C. auris hasta ahora.
Funcionarios de la salud pública siguen investigando la cepa específica de C. auris encontrada en estos casos brasileños, que parece ser la primera aparición local de un subtipo particular del hongo (Clade I, encontrado por primera vez en el sur de Asia) documentado en Sudamérica. La esperanza es que averiguar cómo surgió por primera vez y por qué es un poco diferente de las cepas anteriores puede dar a los científicos pistas sobre cómo detener mejor su propagación en el futuro.
FEW (Fundación de Investigación de São Paulo, Journal of Fungi, Gizmodo)