Acusación a policía española de racista y montajes de activistas
16 de agosto de 2010Las tensiones en la frontera se agravaron en las últimas semanas, cuando el gobierno de Rabat emitió cinco comunicados acusando a la policía española de agresiones por motivos racistas. España negó las acusaciones, pero la situación explotó el pasado jueves, cuando los activistas marroquíes bloquearon la frontera e impidieron la entrada de pescado y fruta a Melilla, una de las dos localidades en el norte de África que pertenecen a España.
Sin embargo, los fotomontajes de denuncia colocados en los últimos días por activistas marroquíes en la frontera entre España y Marruecos, en los que se denigra a mujeres policía, desataron una ola de indignación en España, donde se consideran intolerables y machistas.
Tras una pausa por una jornada festiva, todo indica que retomarán el bloqueo el martes por la noche, que evitaría la entrada de pescado y frutas desde el miércoles hasta el sábado. "El 98 por ciento de las agresiones las hacen mujeres", aseguró a Radio Televisión Española Mounaim Chaouki, que preside la Coordinadora de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos (CSCNM). "No tenemos nada en contra de las mujeres", pero son ellas las responsables de prácticamente todos los abusos, asegura.
Sindicato Unificado de Policía rechaza imágenes como "denigrantes"
Por eso, los activistas decidieron que debían ser objeto de escarnio en los controvertidos fotomontajes. Las policías, perfectamente reconocibles, aparecen entre montones de basura en una imagen en la que se ven dos grandes manos manchadas de sangre. Una de ellas mira los genitales de uno de sus compañeros. En otra imagen se las ve bajo los focos de una discoteca, rodeando a un hombre que baila.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) española calificó hoy las imágenes de "denigrantes" y anunció que presentará una querella por injurias, calumnias y por atentados contra el derecho y el honor.
Considera que las denuncias de trato racista son falsas, pero sobre todo que suponen un atentado a la igualdad y a los principios constitucionales, al tiempo que critica el silencio por parte del Ministerio de Igualdad, la cartera que preside Bibiana Aído.
"Nuestro país es una democracia"
Una "absoluta falta de respeto" a los derechos de las mujeres, tan capacitadas como los hombres para ser policías, consideró también la delegación local del sindicato UGT. "Nuestro país es una democracia y debe seguir dando ejemplo a aquellos que de esto no saben prácticamente nada", afirma el duro comunicado.
Los activistas quieren extender el ánimo contrario a las funcionarias españolas entre las propias mujeres marroquíes. Este martes se reunirá un grupo para hacer campaña dentro de ese colectivo y entonces se decidirá si se prohíbe la entrada, por ejemplo a empleadas del hogar.
El conflicto amenaza así con adquirir múltiples frentes, aunque el trasfondo sigue siendo geopolítico: la aspiración, silenciada durante mucho tiempo pero recuperada recientemente por parte de Marruecos, de "recuperar" Ceuta y Melilla, las dos únicas ciudades españolas en el continente, consideradas por Rabat la última colonia en África. Sin embargo, podría agudizar también una disputa histórica entre el gobierno socialista español y el opositor Partido Popular (PP), que durante sus gobiernos divergieron de la política a seguir con Marruecos.
Así, el secretario de Organización del PP, Esteban González Pons, viajará el martes a Melilla para reunirse con el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, de su partido. El gobierno de Melilla criticó hoy que el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, no tenga previsto visitar la ciudad cuando se dirija a Rabat, en su visita del 23 de agosto con el objetivo de relajar las tensiones.
Y entre la opinión pública, las reacciones no se hicieron esperar. La noticia provocó críticas contra los fotomontajes en numerosos foros de diarios españoles, algunas muy subidas de tono que hacen temer un aumento de la xenofobia en el país: "Hay que expulsar a todos los islamistas y marroquíes de España y Europa", comentaba un lector del diario de derechas "La Razón".
dpa
Editor: José Ospina-Valencia