Oposición y medios presionan a Wulff
17 de diciembre de 2011
El debate en Alemania sobre las verdades “a medias” del presidente Christian Wulff (Unión Cristianodemócrata) apenas comienza, y podría tener consecuencias políticas serias para el primer mandatario. Según informaciones del semanario Der Spiegel, Wulff habría negociado en persona y recibido un crédito privado para comprar una casa por parte del empresario Egon Geerkens, y no de su esposa, como aseguró el propio presidente esta semana al estallar el escándalo. Con ello, la credibilidad del presidente de los alemanes pende de un hilo. También su cargo, debido a la presión que han comenzado a ejercer diversos sectores políticos alemanes sobre la poca veracidad de Wulff sobre el caso.
“Yo negocié con Wulff” dijo, para rematar, el empresario Geerkens a Der Spiegel. No obstante, el empresario aclaró que aunque haya establecido las cláusulas del negocio, el dinero provino de su esposar. Por ello, para la oposición e incluso para miembros de la coalición las explicaciones dadas por Wulff no son suficientes. Representantes de los partidos socialdemócrata (SPD), Los Verdes, así como del Liberal Democrático (FDP) exigieron a Wulff este sábado (17.12) que esclarezca todas las preguntas aún abiertas sobre su relación con el empresario Egon Geerkens.
Consecuencias a la vista
“Si el señor presidente no puede disipar las nuevas recriminaciones de forma clara y directa, no podrá evadir por mucho más tiempo las consecuencias personales”, dijo Ralf Stegner, miembro del SPD al diario Welt am Sonntag. Por su parte, Andrea Nahles, secretaria general de los socialdemócratas, calificó la situación de “insostenible”. En una entrevista con el diario Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung, Nahles recalcó que los ciudadanos tienen el derecho de saber “la verdadera relación” entre Wulff y el empresario.
El partido de Los Verdes también exigió una explicación. "Wulff debe responder las preguntas abiertas con urgencia antes de perjudicar aun más el cargo", dijo Steffi Lemke, representante de Los Verdes al semanario Der Spiegel.
Por su parte, el expresidente Walter Scheel (1974-1979, liberal) mostró su preocupación por la imagen de la presidencia. El diputado Erwin Lotter, también del FDP, dio un paso más allá y pidió por primera vez la "renuncia inmediata" de Wulff. Los liberales conforman actualmente la coalición de Gobierno de la canciller federal Merkel.
“Falsa impresión”
Wulff recibió en el 2008 un crédito personal de medio millón de euros de, dice él, la esposa del empresario con el que tenía una estrecha relación desde hacía años. El crédito fue sin garantías y a intereses más bajos que los corrientes en ese entonces en los negocios bancarios de ese tipo corrientes. Sin embargo, negó tener relaciones comerciales con Geerkens ante el Parlamento regional de Baja Sajonia en 2010, cuando era jefe de Gobierno del Land.
El escándalo estalló el pasado martes cuando se supo la verdad a “medias”. El político de la Unión Cristianodemócrata (CDU) se defendió argumentando que el crédito no había sido concedido por Geerkens, sino por su esposa, y lamentó no haberlo aclarado en su momento y haber dado "una falsa impresión".
Wulff devolvió el dinero prestado en 2010, tomando un crédito bancario normal. Si se confirmara ahora que el crédito original provino en realidad del propio Egon Geerkens, la situación se pondría más difícil para el presidente. De cualquier forma, ya el hecho de que Wulff negara tener relaciones comerciales con Geerkens y no dijera que sí las había tenido con su esposa, si bien es jurídicamente correcto, le ha valido ya duras críticas. Además está por aclarar si en su calidad de ministro-presidente, cargo que ocupaba en el 2008, no transgredió normas legales al aceptar un crédito privado a un interés menor que el de mercado y ahorrar así el pago de cuantiosos intereses.
Autora: Cristina Mendoza Weber
Editor: Pablo Kummetz