Autos alemanes en Detroit
9 de enero de 2012
Contradiciendo todos los pronósticos agoreros motivados por la crisis económica global, el Salón del Automóvil de Detroit abre sus puertas con optimismo hoy, lunes 9 de enero, presentando en su edición número 24 todas las novedades a los medios y a la industria y, desde el 14 hasta el 22 de enero, al público en general.
Hace poco tiempo atrás, la recesión calaba hondo en las empresas automotrices, pero ahora todo indica que estarían en plena recuperación. En 2011 volvieron a crecer las cifras de venta en el mercado estadounidense, y también las compañías automotrices alemanas se beneficiaron con ese desarrollo.
Detroit sigue siendo clave en EE. UU.
En 2011, la feria automovilística más importante del continente americano recibió a 735.000 visitantes en lo que fue un Salón del Automóvil marcado por la crisis. Sin embargo, la situación ha mejorado. Los fabricantes de automóviles registraron en 2011 un aumento de ventas de un 10,3 por ciento, llegando a los 12,8 millones de vehículos vendidos. En 2012, los grandes grupos económicos de la industria automotriz calculan que venderán entre 13,5 y 14,5 millones de vehículos en EE. UU., lo cual representa un crecimiento más lento que el de 2011.
Aunque el auge de la feria de Detroit ya es cosa del pasado debido a la debacle que experimentó la industria automotriz estadounidense a mediados de 2009 y a que las miradas se dirigen cada vez más hacia el continente asiático, Detroit ha logrado mantener su liderazgo. Nada parece indicar que transnacionales como General Motors o Chrysler vayan rumbo a la insolvencia, como se creía en 2009. Y tampoco parecen subsistir las dificultades económicas de Ford. Pero hay varios factores que indican que la sede de las Big Three –General Motors, Ford y Chrysler- está perdiendo importancia, ya que se ha reducido el número de sus empleados y los fabricantes japoneses y surcoreanos prefieren abrir sus filiales en el sur de EE. UU., donde el poder de los sindicatos es menor y los salarios son más bajos.
Marcas alemanas: marcado crecimiento
En cuanto a las automotrices alemanas, BMW registró en 2011 un récord internacional en lo que a ventas se refiere. El número de vehículos vendidos de BMW, Mini y Rolls-Royce ascendió en un 14,2 por ciento a cerca de 1,67 millones de automóviles, según informó esa empresa con sede en Múnich. En 2011 se habían vendido 1,46 millones de vehículos BMW en todo el mundo.
De acuerdo con la analista de mercado estadounidense Autodata, BMW vendió en 2011 en EE. UU. un total 248.000 vehículos particulares y todoterreno. Mercedes Benz, por su parte, colocó 2.800 automóviles menos, pero, si a eso se suman las furgonetas Sprinter de Mercedes Benz, cuyas ventas ascienden a los 13.700 vehículos, entonces es la marca de la estrella la que lleva ventaja en el mercado estadounidense.
Pero la triunfadora absoluta entre las marcas alemanas en el mercado de EE. UU. es –tomando en cuenta el índice de crecimiento- Volkswagen. Gracias al nuevo modelo de Jetta y a un modelo de Passat estadounidense más amplio, VW creció en un 26 por ciento -con 256.800 vehículos vendidos- frente al 16 por ciento de Mercedes Benz y al 13 por ciento de BMW. Con ello, Volkswagen se acerca cada vez más a su objetivo de igualar a las marcas japonesas y surcoreanas, tradicionalmente fuertes en EE. UU. También Audi y Porsche registraron un claro crecimiento en sus ventas, refiere Autodata.
Fuerte recuperación del mercado estadounidense
Pero ninguna compañía automotriz alemana se acerca a las cifras de venta logradas por las empresas estadounidenses. General Motors y Ford, por ejemplo, alcanzaron una cifra anual de ventas de 2,5 y 2,1 millones de vehículos respectivamente. Chrysler llegó a vender 1,4 millones de automóviles. Entre los mayores éxitos de ventas se cuentan las camionetas pick-up.
Según cifras preliminares de Autodata, en 2011 pasaron en EE. UU. unos 12,8 millones de automóviles de las fábricas a las concesionarias. Eso representa un crecimiento del 10,3 por ciento en comparación con 2010. En Alemania se emitieron 3,2 millones de permisos de circulación para automóviles nuevos, lo cual representa un aumento de un 8,8 por ciento con respecto a 2010.
Los analistas de mercado atribuyen el crecimiento de la industria automotriz estadounidense a pesar de la crisis económica a dos factores esenciales. Por un lado, a que se está produciendo un repunte en la economía de ese país y una baja en su tasa de desempleo. Por el otro, a que muchos estadounidenses se ven obligados a comprar un automóvil nuevo porque el que poseen ya entró en años. Y las rebajas navideñas también aportaron lo suyo a este fenómeno.
Para el 2012, se estima que las grandes compañías automotrices llegarán a ventas de entre 13,5 y 14,5 millones de vehículos en EE. UU. Además, la participación en el mercado de Brasil, Rusia, India y China superará un total del 40 por ciento en el año 2025, por lo cual la tradicional división del mercado automotor entre EE. UU., Japón y Europa, por un lado, y los países emergentes, por el otro, pronto sería cosa del pasado.
Autora: Rolf Wenkel, Cristina Papaleo
Editora: Emilia Rojas