Crisis del coronavirus: DW premia a periodistas perseguidos
3 de mayo de 2020Por su cobertura de la crisis del coronavirus, la Deutsche Welle otorga a más de una docena de periodistas el Premio a la Libertad de Expresión de este año.Los ganadores de los premios de cuatro continentes son honrados en nombre de todos los profesionales de los medios de comunicación de todo el mundo que publican información independiente sobre el nuevo coronavirus y su propagación en condiciones difíciles.
"En un momento de crisis sanitaria mundial, el periodismo tiene una función clave, y cada periodista tiene una gran responsabilidad", dijo el director general de DW, Peter Limbourg, al anunciar los ganadores del premio en Berlín."Los ciudadanos de todos los países tienen el derecho de acceder a información basada en hechos y a conocimientos críticos. ¡Cualquier forma de censura puede costar vidas! Los intentos de criminalizar la información sobre la situación actual violan claramente la libertad de opinión", dijo Limbourg.
Atacado, amenazado, arrestado
La Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, dijo en un mensaje de vídeo a los galardonados que el público en general necesita "información completa y precisa sobre la pandemia y debe participar en las decisiones que se tomen en nuestro nombre"."Es "chocante que los periodistas sean atacados, amenazados, arrestados, acusados de delitos falsos e incluso desaparezcan porque estaban cubriendo la pandemia".
Las organizaciones de periodistas denuncian las masivas restricciones a la libertad de prensa tras la pandemia de COVID-19."En todas partes del mundo, los regímenes autoritarios no pudieron resistirse a aprovechar esta crisis sin precedentes para controlar los medios de comunicación nacionales o reforzar los controles y aumentar la censura estatal", escribe Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su sitio web.En relación con la pandemia, el Instituto Internacional de la Prensa (IPI) ha documentado más de 150 violaciones de la libertad de los medios de comunicación en numerosos países (al 29 de abril). El IPI enumera casos de censura, restricciones de acceso a la información, pero sobre todo arrestos de periodistas y ataques verbales y físicos contra ellos.
"No tengo miedo de morir"
La situación es particularmente difícil para los periodistas de países en los que la libertad de prensa ya está severamente restringida, como en China, donde el virus fue descubierto por primera vez en diciembre de 2019. En la crisis de la COVID-19 el mundo entero ha sentido "los efectos del casi total control de las noticias chinas", analiza RSF. En caso de duda, "la aplicación de las órdenes de censura se pone por encima de la protección de la salud". En el Índice Mundial de Libertad de Prensa de este año, China se ubicó a solo cuatro puestos por encima del último lugar.
La desaparición de varios periodistas ciudadanos chinos en relación con la pandemia ocupó los titulares internacionales.El abogado Chen Qiushi había informado en Twitter y Youtube dede la mega ciudad en cuarentena de Wuhan antes de desaparecer el 6 de febrero."Tengo miedo: la enfermedad está delante de mí, la Policía y el poder judicial de China están detrás de mí", había dicho Chen unos días antes en un vídeo de YouTube."Pero mientras viva, seguiré informando, y solo transmitiré lo que yo mismo he visto y oído. No tengo miedo de morir. Partido Comunista: ¿Crees que te tengo miedo?", continúa exclamando en el vídeo, que fue visto casi tres millones de veces.Ya había demostrado en 2019 que Chen no le teme al Partido Comunista: el abogado había informado sobre las protestas en Hong Kong.
El empresario Fang Bin también había publicado vídeos y transmisiones en vivo en Internet sobre la situación en su ciudad natal de Wuhan antes de desaparecer. El 1 de febrero filmó, entre otras cosas, bolsas para cadáveres en un vehículo aparcado fuera de un hospital. Al día siguiente, Fang informó que la policía confiscó su laptop y lo interrogó. Desde el 9 de febrero, no ha habido ningún rastro de Fang Bin.
La represión continúa: desde el 19 de abril, han desaparecido tres activistas chinos que habían trabajado anteriormente en un proyecto anticensura.
Amenazas desde alto nivel
El caso de Yelena Milaschina en Rusia también causó un gran revuelo en todo el mundo. La periodista de investigación premiada internacionalmente ha estado escribiendo para el periódico Nowaja Gaseta desde 1996. Ahora, Milaschina está bajo el escrutinio del gobernante local Ramzan Kadyrov por sus informes críticos sobre cómo la República de Chechenia en Rusia está lidiando la crisis del coronavirus.
A mediados de abril, Milaschina escribió en un artículo que los residentes de la región con síntomas de COVID-19 no buscaban tratamiento por miedo a las represalias.Un día después, en un video distribuido a través de los medios sociales, Kadyrov llamó a los servicios de seguridad rusos para "detener a estos brutos que escriben y provocan a mi gente". Si las autoridades querían que "cometiéramos un delito y nos convirtiéramos en criminales, entonces díganlo", continuó Kadyrov.Las organizaciones de derechos humanos interpretaron las declaraciones como una amenaza de muerte contra Milashina.
Este asunto provocó la reacción tanto de la Comisionada del Gobierno Federal alemán para los Derechos Humanos, Bärbel Kofler, como al embajador francés para los Derechos Humanos, François Croquette. Ambos pidieron a Rusia que investigara las amenazas contra Milashina."Las amenazas de los funcionarios del Estado son completamente inaceptables y contradicen toda regla de la ley", dijo una declaración conjunta.
Milaschina, que lleva años investigando las violaciones de los derechos humanos y la corrupción en Chechenia, ya había sido golpeada en febrero en un hotel de la capital chechena, Grozny.
12 días de prisión
Para el periodista venezolano Darvinson Rojas, informar sobre la COVID-19 también tuvo consecuencias drásticas. El joven de 25 años publica información sobre el coronavirus en Venezuela en su cuenta de Twitter. El 21 de marzo, el periodista fue arrestado en su apartamento en Caracas por la unidad especial FEAS. Rojas escribió en Twitter que las fuerzas de seguridad habían afirmado inicialmente que habían recibido una pista anónima sobre un caso de coronavirus. Sin embargo, según Amnistía Internacional, fue interrogado por la Policía sobre las fuentes de las cifras que había publicado.
Después de 12 días en prisión, Rojas fue liberado bajo fianza y acusado de "promover el odio" e "incitar al crimen". Amnistía ha descrito los cargos como "políticamente motivados".Eran "un intento de suprimir los informes de Rojas sobre la pandemia en Venezuela".
Desde 2017, Reporteros Sin Fronteras ha registrado un número récord de detenciones arbitrarias y actos de violencia contra periodistas por parte de la Policía y los servicios de inteligencia en el país sudamericano.
DW exige la liberación de los periodistas
"Honramos a todos nuestros colegas que se ven impedidos por la violencia de hacer su trabajo en estos tiempos difíciles", enfatizó el director general de DW, Peter Limbourg, en Berlín. "Deutsche Welle exige que todos los periodistas del mundo que han sido arrestados por su cobertura de la crisis del coronavirus sean liberados inmediatamente".
El Premio a la Libertad de Expresión se ha concedido anualmente desde 2015 a iniciativas o personas que han hecho contribuciones destacadas a los derechos humanos y a la libertad de expresión. Entre los anteriores galardonados se encuentran el bloguero saudí Raif Badawi, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca y la periodista y autora mexicana Anabel Hernández.
Por lo general, la ceremonia de entrega de premios es un punto culminante del Global Media Forum (GMF) en Bonn. Pero debido a la pandemia, la conferencia organizada por DW solo tendrá lugar de manera virtual este año.
(gg/few)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |